Al pequeño pueblo ourensano de Aceredo, como al Titanic, se lo tragó el agua. Como un barco a la deriva del progreso, a este pequeño pueblo y a otras cinco aldeas cercanas no los arrastró al fondo un bloque de hielo, sino el contrato entre una empresa hidroeléctrica portuguesa y dos dictadores. De aquel Aceredo no quedó nada más que litros y litros de agua procedentes del embalse de Lindoso y los vecinos, que vivirían para siempre en la memoria del exilio.
Comentarios
No conozco el caso de Aceredo, pero conozco, porque me toca más de cerca, el caso del embalse de Belesar y como afectó/afecta a Portomarín (Lugo).
Es un embalse en el Miño, de la época de Franco (1963, usando presos políticos y esas cosas), a beneficio de Fenosa (en aquel tiempo propiedad de su financiador en la guerra, Barrié de la Maza) que anegó los mejores terrenos de cultivo y viñas entre el sur de la provincia de Lugo y el pueblo de Portomarín en la parte final de la cola del embalse; expropiados con indemnizaciones mínimas.
El histórico Portomarín quedó anegado y se construyó un pueblo con el mismo nombre unos metros ladera arriba.
El embalse (una obra, por otra parte muy destacable, del ingeniero Luciano Yordi de Carricarte con un edificio de control magnífico de Juan Castañón de Mena) proporciona aún hoy beneficios a Fenosa (ahora: Gas Natural - Fenosa); pero durante aproximadamente la mitad del año los restos del viejo Portomarín están a la vista (demostrando que posiblemente no hacía falta haberlo anegado) y los que lo conocieron aún lo añoran.
En semana santa se inauguró un edificio que proyecté allí y en la decoración se utilizó una fotografía de P. Pereira (un fotógrafo del pueblo) que retrata la tristeza del momento de la inundación del pueblo antiguo, con la gente saliendo en barca de sus casas en las que aún tenían la ropa tendida pese a que el agua ya hubiese empezado a entrar en ellas, es esta:
#5 ¿ no avisaron a los vecinos?
que hdp
#6 Por supuesto que sí, pero la gente aguantó hasta el último momento, y muchos aún añoran sus viejas casas y sobre todo el viejo pueblo.
#5 En otro orden de cosas, la praia da cova de Belesar es quizá uno de mis sitios favoritos de todo Galicia (mi pueblo queda cerca) y hay algo muy grande en cenar con un mencía en el puerto fluvial de las bodeguitas de al lado.
Si hablamos de embalses a lo bestia el Norte de Aragón también ha llevado toda una cruz y lo peor es que, hoy en día, se sigue insistiendo en ampliar los que hay como Yesa y construir nuevos como Biscarrués o Mularroya.
Aquí han sido decenas de pueblos inundados o arruinados porque las mejores tierras las anegó el embalse. Escó, Tiermas, Ruesta, Mediano, Lanuza...
Valles enteros bajo el agua y edificios históricos perdidos, desde iglesias románicas a casas tradicionales y hasta una parte del camino de Santiago.
Pero lo peor es ver que se insiste en el error, en la obra faraónica en vez de alternativas ya conocidas como las balsas laterales o embalsar en las propias zonas de regadío. Porque, claro, la gente quiere el agua para regar, pero el embalse y su destrozo que se lo coma el vecino.
Cuando veo estas noticias siempre recuerdo la gesta épica de los habitantes de Riaño y los cojones que tuvieron para intentar salvar su pueblo, hasta que el gobierno de Infamelipe Gonzàlez tuvo que militarizar literalmente el pueblo y echar a la gente de sus casas a la fuerza.
Será Parque Natural do Xurés, no"xurxés".
Qué tíos, años respirando mediante juntos y ahí los tienes, haciéndose notar
Ourense, uno de los principales caladeros de votos del PP. Pero vamos, yo no digo ná.
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