Las extrañas circunstancias de la muerte de Trajano hicieron caer sobre su sucesor Adriano, la terrible sombra de la sospecha. Por si fuera un poco, una parte de los miembros del Senado romano no acabaron de ver con buenos ojos la designación de este como su sucesor. A pesar de que esta fuera ratificada por el mismo Trajano en su lecho de muerte, la proyectada política pacifista de Adriano, no convencía a unos senadores deseosos de continuar, con las conquistas emprendidas por el emperador fallecido.
Comentarios
No creo que sea el momento de reabrir viejas heridas.
#1 Muy buena
#1 Ya, lo dices porque eres un trajanista de mierda...
#4 Estaba esperando al comentario demagogo de un miembro de la dinastía Ulpio-Aelia y no falla, siempre dando el coñazo con vuestra filosofía estoica y epicúrea de la que no se acuerda ni Juno en noticias que no vienen a cuento. Os creéis que por llamarse Caesar Divi Traiani filius Traianus Hadrianus Augustus estáis por encima del resto de los suffragiorum. Jodidos pelmas...
#5
#5 te ha faltado tiempo....te ha faltado..
¿Puede estar llena de varios...?. Me chirría muy y mucho esa frase
#2 En realidad no, ¿pero qué esperas de algo redactado por trajanistas?
Que dirá Postegillo de esto? Y ¿que nueva trilogía estará preparando?