"Hoy utilizamos cada vez más tecnología, y no es una tecnología necesaria. En la actualidad el alpinismo de renuncia lo hacen los españoles, los alemanes, pero no muchos… Con el tiempo, el montañismo será un escaparate del turismo. No lucho contra ello, pero, hablando filosóficamente, solo quienes conocen la montaña deberían ir. Solo unas pocas personas".
Yo mismo (con bastante experiencia y aprecio por la montaña) salí un día de enero a dar una vuelta por un monte cercano de mi municipio (a escasos 9 Km. en línea recta de mi casa, y a unos 1.800 metros de altitud) que ya conocía de otras veces. Pero ese día salí de casa con un principio de resfriado (sin saberlo), el cual fue empeorando lentamente a lo largo de la mañana, y con unas botas mal impermeabilizadas (en las que la nieve fue calando poco a poco), ... y casi no lo cuento.
Llegó un momento en el que sentía claramente como el calor ('la vida') de mi cuerpo se iba esfumando a través de mis pies, sin que mi metabolismo (debilitado por el resfriado) fuese capaz de reponerlo.
Se me activó un chip (primigenio) que me dijo que: o daba media vuelta y comenzaba a regresar ¡ya mismo!, o me quedaba allí para siempre.
#2 Ese chip no lo tiene todo el mundo. Y me alegro de que te avisara.
Me da mucha cosica cuando estás haciendo cualquier ruta, en Pirineos, Picos o donde sea, y te cruzas con gente en chanclas, con tacones, zapatos... Pero ¿dónde vas?
Por cierto, Reinhold Messner era ya un mito para nosotros de jóvenes.
#6 En realidad todo el mundo tiene ese chip. Yo aquí lo llamé 'chip', pero también es conocido como 'cerebro reptiliano', o 'instintos básicos' que tenemos grabados a fuego a nivel genético; que nos acompañan desde la época de las cavernas, y que nos avisan o ponen sobre alerta ante peligros potenciales (como depredadores, temperaturas extremas, venenos, alimentos en mal estado, etc.).
Si nos metemos (queriendo o sin querer) en una situación comprometida, tarde o temprano nuestros instintos básicos nos van a advertir (de una u otra manera) de que algo no va bien. Y a partir de ese aviso básico y universal de peligro, ya dependerá del buen juicio o (por el contrario) de la tontuna de cada cual.
Lo que trato de decir es que, en mi opinión, lo que hace que una persona 'x' ignore ese aviso instintivo de alerta y opte por meterse más y más en la boca del lobo, tiene que ver sin duda con el potaje de desinformación, atrevimiento, y bagaje cultural equivocado que lleva esa persona 'x' en su cabeza.
Muchos individuos (sobre todo jóvenes) viven en la equivocada y falsa percepción de que el mundo moderno, la tecnología y las instituciones velan por ellas en todo momento. Que nada malo (o nada fatal) les puede pasar. Y que en el peor de los casos bastará con apretar un botón para que vengan a sacarte de cualquier marrón (como en las películas). ¡Craso error!
Los domingueros que van a Picos en chanclas y con tacones pertenecen al grupo de población altamente influenciada por lo que ven en televisión, cine, redes, influencers, etc. Suelen ser urbanitas que nunca han abandonado el asfalto y que se quejan de que los gallos canten (cerca de hoteles rurales), o de no haya escaleras con barandilla en el monte. Son capaces de arriesgar la propia vida (sin ser conscientes de ello) por hacerse un selfie en un punto de difícil acceso. Y una vez hecha la foto ya quieren regresarse para casita. Por no hablar de la basura o el vandalismo contra el medio que dejan tras de sí algunos de ellos.
Y en un nivel superior de tontuna ya tendríamos al típico dentista, yuppie, o nuevo rico que se gasta decenas de miles de dólares para sacarse (también) su selfie, pero en el pico de un 8.000. Y que también pasará olímpicamente de lo que le advierta su instinto básico, ya que para eso se ha gastado una fortuna.
Comentarios
Y tanto que es para "sólo unas pocas personas".
Yo mismo (con bastante experiencia y aprecio por la montaña) salí un día de enero a dar una vuelta por un monte cercano de mi municipio (a escasos 9 Km. en línea recta de mi casa, y a unos 1.800 metros de altitud) que ya conocía de otras veces. Pero ese día salí de casa con un principio de resfriado (sin saberlo), el cual fue empeorando lentamente a lo largo de la mañana, y con unas botas mal impermeabilizadas (en las que la nieve fue calando poco a poco), ... y casi no lo cuento.
Llegó un momento en el que sentía claramente como el calor ('la vida') de mi cuerpo se iba esfumando a través de mis pies, sin que mi metabolismo (debilitado por el resfriado) fuese capaz de reponerlo.
Se me activó un chip (primigenio) que me dijo que: o daba media vuelta y comenzaba a regresar ¡ya mismo!, o me quedaba allí para siempre.
#2 Ese chip no lo tiene todo el mundo. Y me alegro de que te avisara.
Me da mucha cosica cuando estás haciendo cualquier ruta, en Pirineos, Picos o donde sea, y te cruzas con gente en chanclas, con tacones, zapatos... Pero ¿dónde vas?
Por cierto, Reinhold Messner era ya un mito para nosotros de jóvenes.
#6 En realidad todo el mundo tiene ese chip. Yo aquí lo llamé 'chip', pero también es conocido como 'cerebro reptiliano', o 'instintos básicos' que tenemos grabados a fuego a nivel genético; que nos acompañan desde la época de las cavernas, y que nos avisan o ponen sobre alerta ante peligros potenciales (como depredadores, temperaturas extremas, venenos, alimentos en mal estado, etc.).
Si nos metemos (queriendo o sin querer) en una situación comprometida, tarde o temprano nuestros instintos básicos nos van a advertir (de una u otra manera) de que algo no va bien. Y a partir de ese aviso básico y universal de peligro, ya dependerá del buen juicio o (por el contrario) de la tontuna de cada cual.
Lo que trato de decir es que, en mi opinión, lo que hace que una persona 'x' ignore ese aviso instintivo de alerta y opte por meterse más y más en la boca del lobo, tiene que ver sin duda con el potaje de desinformación, atrevimiento, y bagaje cultural equivocado que lleva esa persona 'x' en su cabeza.
Muchos individuos (sobre todo jóvenes) viven en la equivocada y falsa percepción de que el mundo moderno, la tecnología y las instituciones velan por ellas en todo momento. Que nada malo (o nada fatal) les puede pasar. Y que en el peor de los casos bastará con apretar un botón para que vengan a sacarte de cualquier marrón (como en las películas). ¡Craso error!
Los domingueros que van a Picos en chanclas y con tacones pertenecen al grupo de población altamente influenciada por lo que ven en televisión, cine, redes, influencers, etc. Suelen ser urbanitas que nunca han abandonado el asfalto y que se quejan de que los gallos canten (cerca de hoteles rurales), o de no haya escaleras con barandilla en el monte. Son capaces de arriesgar la propia vida (sin ser conscientes de ello) por hacerse un selfie en un punto de difícil acceso. Y una vez hecha la foto ya quieren regresarse para casita. Por no hablar de la basura o el vandalismo contra el medio que dejan tras de sí algunos de ellos.
Y en un nivel superior de tontuna ya tendríamos al típico dentista, yuppie, o nuevo rico que se gasta decenas de miles de dólares para sacarse (también) su selfie, pero en el pico de un 8.000. Y que también pasará olímpicamente de lo que le advierta su instinto básico, ya que para eso se ha gastado una fortuna.
Ya aparecerá algún ....
diciendo algo del estilo de "lo que este quiere es que esto sea para unos elegidos"
#1 No sé, pero si el arte del gran alpinismo es no morir, entonces yo debo ser un alpinista y un artista súper-maravilloso, quedándome en mi casa.
En otras palabras: creo que para hacer auténtico alpinismo no te tiene que importar en absoluto morir.
Pedante y interesante
#3 "e interesante"