Hace 1 año | Por Andaui a politicaprosa.com
Publicado hace 1 año por Andaui a politicaprosa.com

Eran almas gemelas, sin muletas ni corsés, avezados a pensar por su cuenta, observadores críticos y tiernos de la realidad y, sobre todo, de la gente. Su amistad había cristalizado sobre todo aquel verano en el que Serrat volvió del exilio y recaló en casa de Quico.