Publicado hace 5 años por petersagan a caminandoporlahistoria.com

El 16 de julio de 1212 frente al desfiladero de Despeñaperros (Muradal en la época) se encontraron los dos ejércitos más grandes de la Edad Media en la Península Ibérica. A pesar de que siempre es difícil catalogar el sentido de una batalla, con la Batalla de Las Navas de Tolosa parece que resulta algo menos complicado. La “Reconquista”, que la historiografía cristiana nos ha presentado, tuvo sin lugar a dudas un escenario de oro en las cercanías de la actual localidad jienense de Santa Elena.

Comentarios

D

Castilla, Navarra y Aragón deberían pedir perdón a los musulmanes por aquella masacre.

robustiano

La distribución de los cristianos en el campo de batalla; igual os suenan algunas regiones, pueblos, ciudades y personajes de nuestra Historia...

Los cristianos ordenan sus batallas de la manera que os diré: en la delantera, que dará las primeras heridas, un haz de hasta quinientos castellanos, los más esforzados y sabedores de la guerra, al mando de don Diego López de Haro, al cual compaña su mesnada, los vascos parientes y vasallos de don Diego, su hijo don Lope Díaz Cabeza Brava, y su sobrino, el infante don Sancho Fernández. Detrás desta caballería van hasta quinientos peones castellanos, los del concejo de Madrid, debajo del estandarte del oso rampante sobre la madroñera. La otra enseña trae pintado a san Antón, con su cochino, y en su defensa van los cofrades de aquella famosa cofradía nietos de los que don Alfonso, el emperador, prometió heredar en Jaén, con don Pedro Ruiz Casado a la cabeza. En esta vanguardia, la costanera siniestra, que no tiene menos de trescientos caballeros, entre aragoneses y castellanos, la manda don García Romero y detrás traen hasta quinientos peones de los concejos, entreverados con mesnaderos de criazón. Al otro cabo, la costanera diestra, que trae detrás otros quinientos peones de criazón y concejo, la manda el arzobispo de Narbona, con hasta ciento cincuenta caballeros castellanos y otros tantos ultramontanos, estos muy en voluntad de lidiar más que ninguno y no dejar moro a merced.
 Detrás desta delantera que cubre el campo del arroyo del Rey al de la Campana, sin dejar resquicio a moro, viene la medianera con el haz de en medio partido en dos batallas, la diestra de doscientos jinetes al mando del conde don Gonzalo Núñez de Lara y la siniestra, de otros tantos, bajo el pendón de don Ruy Díaz de Cameros, con su hermano don Álvaro Díaz. Acá veis a los freires templarios y hospitalarios y a los calatravos y santiaguistas, los que tienen convento en Uclés, cada uno en su hábito y bajo sus enseñas, y con ellos hasta ochocientos peones de criazón y de los concejos de Cuenca, Huete y Alarcón. En esta misma medianera, la costanera diestra, de hasta trescientas lanzas, milita debajo del mando de don Rodrigo Díaz de los Cameros, al que guardan su hermano don Álvaro Díaz y su compadre donjuán González y unos ochocientos peones de criazón y de los concejos de Soria, Almazán, Atienza, San Esteban de Gormaz, Berlanga, Ayllón y Medinacelli, todos de gentes sufridas y de asaz esfuerzo.
 En la costanera siniestra, ved dos haces, mandados uno por don Jimeno Cornell y el otro por don Aznar Pardo; con los mismos peones que la diestra.
 Detrás de todos, en la zaga, veréis a los tres reyes de España: en el centro don Alfonso de Castilla; en la costanera siniestra, don Pedro de Aragón, con los ricoshombres de su reino y tres escuadrones de treinta hombres cada uno de las milicias castellanas. En la costanera diestra cabalgará don Sancho de Navarra, con los suyos y otros tres escuadrones de milicias de Segovia, Ávila y Medina del Campo, además de muchos caballeros portugueses bajo las enseñas de don Alfonso Téllez de Meneses, yerno del extinto rey de Portugal, don Sancho, y hermano del obispo de Palencia.
 Ved que con el rey de Castilla van el arzobispo de Toledo, los obispos de Palencia, Sigüenza, Osma, Plasencia y Ávila, todos muy guisados de defensas y rodeados de guerreros esforzados que los sabrán guardar, y don Gonzalo Ruiz Girón, con sus hermanos don Rodrigo Pérez de Villalobos y don Suero Téllez, así como don Fernando García y otros. El alférez real don Álvaro Núñez de Lara lleva la seña real. En esta zaga cabalgan también los concejos de Toledo, Valladolid, Olmedo, Arévalo, Cuéllar, Coca, Plasencia y Béjar.


Fuente: Últimas pasiones del caballero Almafiera, de Eslava Galán.

D

#3 A los hidalgos vizcaínos los mandaron como una panda de locos banderizos que eran como avanzada para meterse en una marabunta de enemigos, seguidos de la infantería madrileña. Quedaron rodeados mientras la infantería huía. No se ni cómo sobrevivieron la mitad. Aguantaron hasta que los tres reyes cargaron. Y luego el mérito de los vascos se lo llevan los navarros por lo de la cadenita cuando lo peor ya estaba hecho.

D

Viva España

c

#1 Biba el bino.

ojoalparche

#2 Hy las mugeres.