Hace 5 años | Por Verbenero a blogs.20minutos.es
Publicado hace 5 años por Verbenero a blogs.20minutos.es

En 2015 el jurado del premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica resolvió galardonar a la estadounidense Jennifer Doudna y a la francesa Emmanuelle Charpentier “por los avances científicos que han conducido al desarrollo de una tecnología que permite modificar genes". ¿Por qué el jurado del Princesa no premió también a Francis Mojica? En realidad, no lo sé. Pero aquí va mi terrible sospecha, que no deja de ser una hipótesis: porque no le conocían, jamás habían oído hablar de él.

Comentarios

A penas he escrito comentarios en meneame, pero en esta noticia necesito dar mi opinión, espero no molestar a nadie. Soy investigador predoctoral de segundo año, de formación biólogo con máster en Neurociencias, mis esfuerzos actualmente van dirigidos a comprender la migraña y desarrollar tratamientos contra ella.

Estudié Biología en la UA entre los años 2009-2014, y cursé varias asignaturas de Microbiología con F. Mojica. Mi pareja de entonces, compañer de clase, hizo prácticas de la carrera con dicho profesor, y discutíamos muy a menudo sobre su trabajo en CRISPR (que era sobre todo un estudio del sistema en cuestión). Recuerdo cuando en 2013 vi en portada de Nature

Discutimos durante horas las repercusiones que esto tendría para el futuro del profesor, que consecuencias tendría para él, para la universidad... ella más realista, insistía que la investigación de base como la que hacían allí no se vería reconocida, y con mayor motivo por ser una universidad española tan poco importante. No se equivocó mucho.

Quiero llamar la atención sobre este punto, en mi opinión, los descubrimientos actuales de ciencia, técnica y tecnología se sustentan sobre un gran nicho de conocimientos construidos previamente, me gusta verlo como una pirámide o un arbol: la parte que llega a la sociedad, es comercializable y recibe premios está en lo más alto, per se sustentan sobre una base de conocimiento que debe ser reconocido. En este caso es muy sangrante, en primer lugar se le concede un premio español a investigadores extrangeros por descubrimientos basados en publicaciones previas de un investigador nacional al cual se le habían rechazado proyectos de financiación porque el estado español no había considerado relevante su investigación.

Para terminar, imaginad que parte de la patente de CRISPR perteneciese al estado español, la de pasta y pasta que rendiría a las arcas públicas.

Siento el tostón
un saludo

JoséCanseco

#2 Muy enriquecedor gracias por el aporte esperemos que esto sirva de lección para que los nuevos políticos ayuden más a la ciencia a nuestros científicos.

tiopio

Se trata de reforzar la teología de género.