Hace 1 año | Por blodhemn a lavanguardia.com
Publicado hace 1 año por blodhemn a lavanguardia.com

Uno de los estados más grandes de Europa entre los s. XVI y XVIII fue la Mancomunidad o República de las Dos Naciones. Una república con rey: la confederación del Reino de Polonia y del Gran Ducado de Lituania, sellada por la Unión de Lublin de 1569. Su territorio era inmenso: Polonia, Lituania, Estonia, Letonia, Bielorrusia y gran parte de Ucrania, Kaliningrado y los óblast de Smolensk y Briansk. El estado más grande de Europa antes de la Revolución Francesa... Esta historia marca la relevancia de las elecciones en Polonia para la UE.

Comentarios

cocolisto

Para quien realmente le interese es un verdadera lección de historia:
“Érase una vez un gran reino que iba del mar Báltico hasta las proximidades del mar Negro, le faltaba poco para llegar al mar cálido…” Así podría empezar un relato de Tolkien. Ese reino existió y fue uno de los estados más grandes de Europa entre los siglos XVI y XVIII. Ese estado era conocido como la Mancomunidad o República de las Dos Naciones. Una república con rey. Estamos hablando de la confederación del Reino de Polonia y del Gran Ducado de Lituania, sellada por la Unión de Lublin de 1569. Polacos y lituanos ya se habían aliado años atrás para defenderse de los Caballeros Blancos -de nuevo Tolkien-, la poderosa Orden Teutónica que llegó a controlar el Báltico y que legó su cruz de hierro al militarismo prusiano. Esa cruz que vemos en las películas sobre la Segunda Guerra Mundial.

Más abajo de los Pirineos sabemos poco de esa mancomunidad polaco-lituana que se mantuvo en pie durante más de doscientos años. Creo que nos conviene estudiarla para intentar captar mejor qué está ocurriendo en estos momentos en el Este de Europa y cuál puede ser el desenlace de la trágica guerra de Ucrania, que tanto nos incumbe.

Su territorio era inmenso, como podemos ver en el mapa que encabeza este texto: Polonia, Lituania, Estonia, Letonia, Bielorrusia y gran parte de la actual Ucrania, más el enclave de Kaliningrado (el antiguo puerto prusiano de Königsberg) y los óblast de Smolensk y Briansk, que hoy pertenecen a Rusia. Un millón de kilómetros cuadrados y once millones de habitantes. Muchos pueblos y lenguas y un lema muy orgulloso: Si Deus nobiscum, quis contra nos. ("Si Dios está con nosotros, ¿quién está contra nosotros?"). Una democracia aristocrática idealizada con el nombre de Libertad Dorada (Aurea Libertas).

Una república de origen medieval presidida por un rey bajo control de la aristocracia. El estado más grande de Europa antes de la Revolución Francesa. Cuando leí hace unos meses que el código de gobierno era conocido como los Artículos de Enrique me emocioné. El nombre hace referencia a Enrique de Valois, primer rey de Polonia elegido por los nobles. Hay que estudiar la fascinante historia de Polonia, puesto que ese país puede marcarnos el paso en los próximos años. Les recomiendo que lean atentamente el discurso que pronunció del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki en la universidad de Heildeberg el pasado mes de marzo, para entender mejor la disyuntiva histórica a la que nos enfrentamos: federación europea, con mayor integración, o confederación con estados nacionales reforzados.
La Mancomunidad de las Dos Naciones se acabó desintegrando a finales del siglo XVIII como consecuencia de las tensiones internas y por la constante presión de prusianos y rusos, que ambicionaban sus territorios. Hubo un factor económico desencadenante: el creciente comercio europeo con América devaluó los productos del este de Europa.

Confieso que no había prestado mucha atención a ese interesante capítulo de la historia europea hasta que este invierno hice mi primer viaje a Polonia, concretamente a la ciudad de Cracovia, la antigua capital del país. En las criptas de la vieja catedral gótica, la catedral de Wawel, junto al Palacio Real, se hallan enterrados los reyes de la Mancomunidad y algunos de los grandes prohombres del país.

Allí está la tumba del mariscal Jozef Pilsudski, reconstructor de la independencia polaca en 1918. Nacido en Lituania, socialista en su juventud, ese hombre de gruesos mostachos acabó siendo el indiscutible líder del movimiento nacionalista.

Pilsudski frenó a Lenin, estudió los viejos mapas y lanzó el proyecto Międzymorze (Entre mares) consistente en una gran confederación del Este de Europa que estaría inicialmente constituida por Polonia, Lituania, Bielorrusia y Ucrania, y a la que podrían sumarse lo otros países bálticos junto con Checoslovaquia, Finlandia, Hungría, Rumania y Yugoslavia. Una gran barrera de contención de Rusia. La idea no encontró muchos apoyos, pero quedó inscrita en los anales del vigoroso nacionalismo polaco. Un colaborador de Pilsudski, el ministro de Asuntos Exteriores Jozef Beck planteó años más tarde una Unión Centroeuropea que iba más allá y proponía incluir toda Escandinavia, más Grecia e Italia. Una Unión Europea avant la lettre con centro de gravedad en el eje Báltico-Polonia-Ucrania. La respuesta alemana y soviética fue el pacto Ribentropp-Molotov de 1939. Polonia fue invadida por el este y por el oeste y estuvo a punto de desaparecer como entidad nacional.

La filosofía del proyecto Intermarium (Międzymorze, Entre mares) nunca ha sido abandonada por los polacos. El grupo de Visegrado, hoy en horas bajas por la política filorrusa de Hungría, iba en esa dirección. No estamos hablando de una entidad alternativa a la actual Unión Europea. Sería, en el fondo, una relectura de la UE. Una confederación europea con estados nacionales fuertes y con centro de gravedad en el Este, para contener a Rusia y recordarle a Alemania que es mortal. Esa idea gusta en Londres y en círculos de Washington. Hoy es más que una idea. Es una dinámica.

Nord Stream, la pista polaca
Polonia habría sido la base logística del sabotaje a los gasoductos Nord Stream el 26 de septiembre del 2022. Esa es la última pista sobre la misteriosa explosión en el fondo del mar que inutilizó la gran autopista del gas entre Alemania y Rusia. "Las evidencias que están siendo examinadas por investigadores de Alemania sugieren que el equipo de sabotaje utilizó a Polonia, su vecino de la Unión Europea y aliado de la OTAN, como base de operaciones para volar los oleoductos Nord Stream construidos para transportar el gas ruso a la industria alemana a través del mar Báltico", escribía este domingo el diario norteamericano The Wall Street Journal.

La información introduce una cautela: el gobierno polaco no habría dirigido la operación. La pista ucraniana está ganando fuerza y ahora aparece Polonia como posible retaguardia del atentado. Alguien ha decidido abrir la compuerta de la información, sin apuntar, de momento, a los gobiernos de Kyiv y Varsovia. El comando, en contacto directo con el jefe del ejército ucraniano, Valeri Zaluzhny, habría ejecutado el sabotaje sin que lo supieran Volodímir Zelensky y Mateusz Morawiecki. Hay que tener fe para creerlo.

El próximo mes de octubre se van a celebrar elecciones legislativas en Polonia y van a ser tan importantes como las elecciones de julio en España. Está en juego el futuro de la Unión Europea.

fofito

Se llama imperialismo Polaco.No es nada nuevo,tiene raíces profundas allí. Y ya han pagado un elevado precio debido a ello varias veces.

tul

#1 desaparecieron como pais al menos 2 veces hasta ahora y parece que van a por la tercera.

Se_armó_la_gorda

No pueden evitar hacer cosas nancys cada cierto tiempo, asi es polonia

s

Como la mayoría de países han tenido sus momentos de expansión durante la historia, nada que no se pueda decir de España, Francia, Rusia, China, etc

Ithilwen2

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