Este es un mal generalizado, es ya una forma de funcionar casi globalizada, no sólo Trump, evidentemente. Golpearnos las neuronas con la palabra que te hace salivar, que diría Pavlov, mensajes emocionales a la manera de los libros de autoayuda: hay, de hecho, un vocabulario de moda, un lingo, un argot, una cosa, que se repite internacionalmente, como si todo vinera de manual.
"Hoy, los asesores y ‘spin doctors’ buscan, sobre todo, el ‘product placement’, en medio de la narrativa, el gran relato de laboratorio. De vez en cuando se cuela la palabra clave, que nos activa la neurona, que nos manda al supermercado de las ideas, que nos dice lo que hay que comprar, las verdades absolutas en las que debemos creer."
A los lectores y oyentes nos tratan como a perros de Pablob obsesionados con lo sentimental y el sexo como Froid.
¿Sigue? Es cada vez más. Cada vez más simple, menos contenido, no ya de análisis de la sociedad y de problemas reales (eso se perdió hace mucho), ya ni siquiera ideológico. Está todo reducido a un blanco y negro perverso consistente en rápidamente etiquetar a cualquiera en base al primer indicio, y:
-Apoyar todo lo que diga, haga o proponga si lleva la misma etiqueta que tú.
-Negar incluso el derecho a opinar, a formar parte de la vida social si lleva la otra etiqueta.
Es descorazonadora la naturalidad con la que millones de personas hoy en asumen el automatismo de
El más mínimo comentario a favor de algo que haga o diga el gobierno o en contra de la oposición ➡ ️ rojo bolivariano comunista
El más mínimo comentario en sentido contrario al anterior ➡ ️ facha franquista nazi
No entiendo por qué la gente acepta y coopera en semejante despliegue de estulticia.
Nada bueno traerá esta transformación de la realidad en una constante campaña publicitaria. La búsqueda del voto irracional como se busca la venta de los productos que rodean las cajas de los supermercados. Tratan al votante como a un comprador compulsivo.
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"Hoy, los asesores y ‘spin doctors’ buscan, sobre todo, el ‘product placement’, en medio de la narrativa, el gran relato de laboratorio. De vez en cuando se cuela la palabra clave, que nos activa la neurona, que nos manda al supermercado de las ideas, que nos dice lo que hay que comprar, las verdades absolutas en las que debemos creer."
A los lectores y oyentes nos tratan como a perros de Pablob obsesionados con lo sentimental y el sexo como Froid.
#1 meten 4 palabras clave y lo demás es todo paja
¿Sigue? Es cada vez más. Cada vez más simple, menos contenido, no ya de análisis de la sociedad y de problemas reales (eso se perdió hace mucho), ya ni siquiera ideológico. Está todo reducido a un blanco y negro perverso consistente en rápidamente etiquetar a cualquiera en base al primer indicio, y:
-Apoyar todo lo que diga, haga o proponga si lleva la misma etiqueta que tú.
-Negar incluso el derecho a opinar, a formar parte de la vida social si lleva la otra etiqueta.
Es descorazonadora la naturalidad con la que millones de personas hoy en asumen el automatismo de
El más mínimo comentario a favor de algo que haga o diga el gobierno o en contra de la oposición ➡ ️ rojo bolivariano comunista
El más mínimo comentario en sentido contrario al anterior ➡ ️ facha franquista nazi
No entiendo por qué la gente acepta y coopera en semejante despliegue de estulticia.
Nada bueno traerá esta transformación de la realidad en una constante campaña publicitaria. La búsqueda del voto irracional como se busca la venta de los productos que rodean las cajas de los supermercados. Tratan al votante como a un comprador compulsivo.
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