Hace 3 años | Por Papatuela_Andal... a youtube.com
Publicado hace 3 años por Papatuela_Andaluza a youtube.com

Hoy es el DiaMundial De La Poesia, ¿que mejor que celebrarlo con Miguel Hernandez?

Comentarios

camvalf

#5 a pesar de usarla en la tortilla de patatas debería de ser un crimen desa humanidad, es una poesía con mucha carga emocional sabiendo por qué la escribió por su hijo que no hacía más que quejarse por qué solo comía sopa de cebolla, parece ser que no había otra cosa.

L

ARS POETICA

Dadme un boli, y moveré el puño

Si pudiera escribir con las dos manos
arriba al final de los pinos y/ o brazos
en alto en pie caminando a grandes zancadas
apostada en la pared en la barra
brincando por suerte/ en la oscuridad del muelle
mientras se habla/ cuando no tengo el boli
ya acostada mientras muevo agitada los pies
cuando como en sueños si bailo
en esos momentos en que alguien me pone
alegre y bocabajo y con su boca abajo
me acaba
si pudiera anotar durante la ducha
cuando regreso a casa al zigzag
sin metáforas: borracha/ ¿sin metáforas?
No no con metáforas con un ramillete de
metáforas como por ejemplo vino yogur rímel
almohada y paso el pasillo bamboleada
por las olas esas que llaman Ballantines
y se me mueve solo el culo
Si pudiera escribir entonces

Tendrían que matarme pronto
profanarme la libreta

y repartir entre tantos
-es justo-
tanta felicidad.

Carmen Camacho

Dalit

Yo me acuerdo de ésta


cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

P

#7 un lenguaje de un hombre del campo que ha leído a Góngora, Quevedo,Cervantes,.,

NoPracticante

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

D

#8 Este va a ser siempre para mi el himno de España que deberíamos tener.

autonomator

No volveré a ser joven
Jaime Gil de Biedma

Por Gonzalo de Castro

D

Gracias por el aporte; así alguna que yo conozco sabrá quien es y no lo confundirá con un defensa mejicano de un equipo de fútbol

navi2000

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

Cesar Vallejo

PD: Fue mi primer encuentro con la poesía, cuando estaba en la EGB, descubrí este poema y empecé a interesarme por un género literario que antes había ignorado.

Bolgo

Este no era el de la nana de la tortilla con cebolla?

d

Que pena Miguel, no nacer en otro lugar, que pena Miguel luchar por recordar. Que pena Miguel, las palabras y el morir, que pena Miguel, olvidar y repetir.

J

A tu vuelta retumba el eco del estribillo.
El niño cabrero en el prado, pies descalzos.
Y no engañaban las estrellas con su guiño
ni los harapos raídos en la celda,
y hoy el verso se enreda perdido
y al famélico infante le marcan
el sello de la delincuencia.
Llora por ser niño, llora por estar culpado.
Y el estrado -como siempre-
con una maza que repiquetea
hacia el mismo lado.

(Anónima)

m

Y la contundencia de «Los cobardes», también de Miguel Hernández, incluido en Viento del pueblo, allá por 1937:

Hombres veo que de hombres
solo tienen, solo gastan
el parecer y el cigarro,
el pantalón y la barba.

En el corazón son liebres,
gallinas en las entrañas,
galgos de rápido vientre,
que en épocas de paz ladran
y en épocas de cañones
desaparecen del mapa.

Estos hombres, estas liebres,
comisarios de la alarma,
cuando escuchan a cien leguas
el estruendo de las balas,
con singular heroísmo
a la carrera se lanzan,
se les alborota el ano,
el pelo se les espanta.
Valientemente se esconden,
gallardamente se escapan
del campo de los peligros
estas fugitivas cacas,
que me duelen hace tiempo
en los cojones del alma.

¿Dónde iréis que no vayáis
a la muerte, liebres pálidas,
podencos de poca fe
y de demasiadas patas?
¿No os avergüenza mirar
en tanto lugar de España
a tanta mujer serena
bajo tantas amenazas?
Un tiro por cada diente
vuestra existencia reclama,
cobardes de piel cobarde
y de corazón de caña.
Tembláis como poseídos
de todo un siglo de escarcha
y vais del sol a la sombra
llenos de desconfianza.
Halláis los sótanos poco
defendidos por las casas.

Vuestro miedo exige al mundo
batallones de murallas,
barreras de plomo a orillas
de precipicios y zanjas
para nuestra pobre vida,
mezquina de sangre y ansias.
No os basta estar defendidos
por lluvias de sangre hidalga,
que no cesa de caer,
generosamente cálida,
un día tras otro día
a la gleba castellana.
No sentís el llamamiento
de las vidas derramadas.
Para salvar vuestra piel
las madrigueras no os bastan,
no os bastan los agujeros,
ni los retretes ni nada.
Huis y huis, dando al pueblo,
mientras bebéis la distancia,
motivos para mataros
por las corridas espaldas.

Solos se quedan los hombres
al calor de las batallas,
y vosotros, lejos de ellas,
queréis ocultar la infamia,
pero el color de cobardes
no se os irá de la cara.

Ocupad los tristes puestos
de la triste telaraña.
Sustituid a la escoba,
y barred con vuestras nalgas
la mierda que vais dejando
donde colocáis la planta.

RespuestasVeganas.Org

La izquierda necesita más ciencia ética, y menos poesía (religión).