El calor que nos espera. La próxima Cumbre de París multiplica las voces que reclaman políticas efectivas para paliar lo efectos del cambio climático. | VIDEO | Ilustración y producción: Atxe Locución: Laura Sánchez Abad
La inmensa mayoría de los involucrados en el cambio climático son unos farsantes que viven de la patraña. Básicamente saben que ni lo van a ver, que sus críos tampoco y que los que vengan "ya se apañarán". Se la suda, aunque su falta total de personalidad les impida reconocerlo públicamente.
Por eso es tan difícil crear preocupación real en el personal y se genera en los particulares la sospecha de que los mayores activistas son corruptos que tratan de capitalizarlo, ligeramente retrasados o simplemente payasos que quieren estar en la onda.
Algunos científicos tienen la inmensa suerte de cobrar un salario justo por investigar algo importante para la humanidad que encima resulta fashion-total y se pegan todos los días por conseguir subvenciones, reconocimiento, cobrar y follar más. Pero no son Scarlett Johansson, esa sí que mola con bata blanca.
Hasta que Nueva York no sea Venecia, el cambio climático es una cosa que inventó Al Gordo para forrarse con las conferencias y vendiendo licencias virtuales de CO2.
Comentarios
Encender el aire acondicionado
Y follar, follar como si no hubiera un mañana.
Sacarnos la chorra. Siempre.
#0 Erradicar a la humanidad del planeta.
Lo primero es quitar esa falta ortográfica:
"Qué podemos hacer contral"...
La inmensa mayoría de los involucrados en el cambio climático son unos farsantes que viven de la patraña. Básicamente saben que ni lo van a ver, que sus críos tampoco y que los que vengan "ya se apañarán". Se la suda, aunque su falta total de personalidad les impida reconocerlo públicamente.
Por eso es tan difícil crear preocupación real en el personal y se genera en los particulares la sospecha de que los mayores activistas son corruptos que tratan de capitalizarlo, ligeramente retrasados o simplemente payasos que quieren estar en la onda.
Algunos científicos tienen la inmensa suerte de cobrar un salario justo por investigar algo importante para la humanidad que encima resulta fashion-total y se pegan todos los días por conseguir subvenciones, reconocimiento, cobrar y follar más. Pero no son Scarlett Johansson, esa sí que mola con bata blanca.
Hasta que Nueva York no sea Venecia, el cambio climático es una cosa que inventó Al Gordo para forrarse con las conferencias y vendiendo licencias virtuales de CO2.