Hace 7 años | Por --424445-- a jotdown.es
Publicado hace 7 años por --424445-- a jotdown.es

Cuando el 11 de julio de 1973 Gail Harris recibió una llamada anunciándole que su hijo había sido secuestrado, no puedo dejar de pensar que era una broma. Un chico de dieciséis años, de padres millonarios y divorciados, juerguista, habitual en las manifestaciones de extrema izquierda y entregado a una vida disipada y bohemia, no era el perfil ideal para que la policía tomara demasiado en consideración la verosimilitud del relato.