Hace 4 meses | Por porcorosso a theconversation.com
Publicado hace 4 meses por porcorosso a theconversation.com

Nishimura Mako es una mujer menuda de unos cincuenta años, con el pelo suelto y un rostro delicado. Pero pronto te das cuenta de que no es una japonesa tradicional: lleva tatuajes hasta en el cuello y las manos y le falta el dedo meñique. Son signos de pertenencia a la yakuza, la famosa organización criminal japonesa.

Comentarios

porcorosso

#1 Porque nunca te has enfrentado al adecuado.

ChatGPT

#5 a eso.voy, quizá ella tampoco y sea todo mucho cuento

OniNoNeko_Levossian

El tema de los tatuajes es delicado, allí hay una forma de pensar como la de aquí hace 30-40 años, que solo los criminales se tatúan, en los baños públicos y en determinados trabajos son una garantía de que no te dejen entrar, así que el tema de reformarse es más chungo aún.

plutanasio

#3 eso pasa en todos los países donde los tatuajes son lo que distingue a un miembro de una banda criminal. Cuando estuve en El Salvador hace años conocí a un chico que trabajaba en una asociación que daba trabajo a ex mareros porque nadie les contrataba sólo con verles los tatuajes.

Urasandi

#7 Uno de ellos, tatuado hasta las orejas me quería vender propiedades en la playa.

Robus

#3 En Japón me econtré diversos baños y piscinas de hoteles donde estaba prohibido entrar con tatuajes, tanto si eras local como extranjero.

Lo ponía en varios carteles, en el acceso, en los baños, en los vestuarios y en los onsen y en las piscinas.

K

Que bonita historia! Ya es una criminal, traficante y proxeneta, y quien sabe si asesina amo estos ejemplos de superación personal.
PD: Pues si esa medianía falta de un bocata de torreznos, nunca pierde la pelea, no deben ser gran cosa sus pares masculinos....

f

Si quiere hacerse fotos en plan chungo debe revisar los fondos.

Condenación

"El truco es llevar pistola".