María Sánchez es mujer, es del campo, es veterinaria y es escritora, por este orden. Nacida en la Sierra Norte de Sevilla en 1989, trabaja y escribe con una mirada agroecofeminista. En este momento de su vida se siente afortunada de poder acompañar a asociaciones que defienden especies de animales que están en peligro de extinción como las gallinas extremeñas azules. Reivindica con urgencia su origen rural y acaba de publicar una compilación de vocabulario popular rural llamado Almáciga.
Comentarios
Importando fruta y verdura de Sudamerica y África, sin hacer inspecciones laborales en el campo y sin vigilar el uso de las ayudas por parte de agricultores. Comprando productos frescos en grandes superficies y permitiendo a intermediarios mordidas ridículas.
Desde luego que dignidad va quedando poca. Ahora eso de "devolver" ¿alguna vez se le otorgó? Va a hacer falta más que un diccionario labriego para darle dignidad a los campesinos.
Como mujer de campo estoy hasta los ovarios de argumentos catetos como el tuyo
Agroecofeminista. Hasta ahí pude leer.
#2 Si no te gusta la palabra, puedes usar algunos de sus sinónimos:
Ecoagrofeminista
Femiecoagrícola
Ecofemiagro
#2 Supongo que decir "una visión desde el punto de vista agrario, ecológico y feminista" era un poco largo, aunque al parecer era necesario para no agotar su capacidad de lectura.
#11 Pues está en su derecho señora. Yo le puedo decir que me pasa lo mismo con los vendehumos charlatanes y las etiquetas flowerpower de moda.
#12 Seguro que tu eres de esos que usan pesticidas en todo. Si el ecologismo estuviera de moda no estarían rompiéndose la cabeza para explicaros en qué consiste.
La primera campesina que conozco que le sobra tiempo para perder en ponerse tantas etiquetas.
#3 ¿Los campesinos no deberían tener tiempo para escribir lo que les de la real gana porque significa que no están trabajando suficiente?
¿Es acaso usted un haragán por comentar en Menéame?
¿Usted no porque no es campesino?
Desde luego ha demostrado que falta muchísimo para devolverles la dignidad que se merecen.
#5 Soy campesino y no necesito que me devuelvan la dignidad porque creo que nunca la he perdido. En cambio creo que los que se ponen la etiqueta de moda en instagram para que le hagan caso sí que la pierden.
Pero ya estamos acostumbrados a que los urbanitas nos digan lo que está bien y lo que está mal. Y te puedo asegurar que lo que menos nos importa a los campesinos es el postureo al que me refiero. Igual que te puedo asegurar que lo que más detestamos es esa autoproclamada superioridad moral del urbanita promedio.
#7 ahí quise llegar con mi comentario. Todo lo eco, bio, fem, sobra. Yo sólo veo una persona que puede hacer algo interesante. Asco de era de las etiquetas. Lo próximo los códigos de barras para terminar de convertirnos a todos en productos.
#7 Digaselo al precio del aceite de oliva que exporta Italia y al precio al que compran el aceite en España a los productores. No vea cómo venden de bien sus etiquetas esa gente.
Sepa usted que habla con un aldeano no con un urbanita, pero que entiende la diferencia entre ecología y disruptores endocrinos o entre caldo de ortiga y cloropicrina o el 1,3 dicloropropeno.
No es postureo, es preservar el ecosistema que alimenta sus cultivos.
Te lo digo a ti #7