Hace 4 años | Por --598745-- a meforum.org
Publicado hace 4 años por --598745-- a meforum.org

Los activistas sociales y feministas se han marcado como objetivo luchar contra la mutilación genital femenina (FGM). Habitualmente conocida como circuncisión femenina o ablación, la práctica de la FGM consiste en eliminar el clítoris de las mujeres para frenar su deseo sexual y preservar su honor antes del matrimonio. Nueva información sobre Kurdistán Iraquí sugiere que la práctica es más habitual de lo pensado en Oriente Medio y que la FMG está más vinculada a la religión de lo que se pensaba en círculos académicos y activistas occidentales.

Comentarios

Sulfolobus_Solfataricus

Hay que legalizarla y ofrecerla en la sanidad pública para garantizar su seguridad y evitar que miles de mujeres sufran la humillación y el trauma de tener que viajar y someterse a operaciones inseguras en la clandestinidad. Quién sabe cuantísimas han muerto por culpa de su ilegalidad. Cuántas estarán presas por querer ser libres. Cuánto calvario.
No a la criminalización de la ablación. Dejad a las mujeres ser libres, legalizad sus cuerpos. Fuera las manos patriarcales de nuestros genitales.

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#5 Sí, me lo he leído a pesar de que es un auténtico dolor de artículo, tremendamente desordenado.
Sí, me lo he leído a pesar de que es un artículo publcado hace 12 años. 12. De 2007.
Sí, me lo he leído a pesar de que el titular está formulado como una pregunta y ya se ha escrito sobre las implicaciones que eso tiene: https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_los_titulares_de_Betteridge
Sí, me lo he leído a pesar de comprobar que has cambiado el titular de "¿Es la mutilación genital femenina un problema islámico?" a "¿Es la mutilación genital femenina un problema de Oriente Medio?" con una obvia intención de confundir, aún más, al personal (y si esa no era la intención, clama al cielo que no sepas la diferencia entre Islam y Oriente Medio). Es más, no es un problema de Oriente Medio, seguro, porque en el país más islámico del mundo y la referencia religiosa de la región, esa práctica está, de hecho, prohibida.
Sí, me lo he leído a pesar de que parte de una tesis falsa, no valora todo el espectro de antítesis y concluye en una síntesis vaga y mal demostrada (y de ahí que el titular no sea capaz de afirmar nada y por eso está en forma de pregunta, aún 12 años después).
Viene a decir: Si la mayoría de los que lo hacen profesan una religión y una parte de los que lo hacen, lo hacen por un hábito social que se basa en origen en una mala interprentación de dicha creencia religiosa, entonces todos los que lo hacen, lo hacen por motivo de la religión y por lo tanto es un problema asociado a esa religión. La falacia es de tal calibre, que da vergüenza. Hasta ellos mismos reconocen que los cristianos coptos de Egipto también lo practican.
Se olvida de componentes básicos de los hábitos sociales, como los ritos de paso o madurez o de cuestiones de conveniencia social o de cómo se practica esa religión. Por ejemplo, tanto la religión judía, como la musulmana y la cristiana prohíben comer carne de cerdo y gambas -entre otros muchos bichos-, pero sólo los judíos no comen las dos cosas, los musulmanes no comen cerdo -y no se ponen de acuerdo sobre las gambas, de las que te puedes poner hasta arriba en el norte de África- y los cristianos comemos de todo porque nos pasamos el capítulo 14 del Deuternomio por el forro polar.
Y después de todo lo dicho: a la pregunta original -no la manipulada por ti- de ¿Es la mutilación genital femenina un problema islámico?, la respuesta es que no. Y a la pregunta de tu titular manipulado, la respuesta es: no y doblemente, no.

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No, siguiente pregunta.

D

#4 No te lo has leído, ¿verdad?

box3d

Oriente medio, parte de áfrica y cualquier país donde estos emigren en números suficientes roll

D

#1 La cuestión es que, como cuenta el artículo, hasta hace poco más de una década se desconicía totalmente que en los países árabes de Oriente Medio fuese una práctica habitual, y se vinculaba más a África y a sus tradiciones tribales que a la religión en sí. Los datos del Kurdistán Iraquí fueron como una bofetada para los investigadores de la ONU, porque habían estado poniendo el foco en el lugar equivocado durante años.