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#11:
#7 Hola.
En el post solo se expone someramente cómo se ha dado el modelo de aprendizaje asociativo, de E-R, basado en el conductismo, en la educación. Este post es uno de los cinco con los que se traza un recorrido por algunos métodos pedagógicos que han tenido su importancia en la historia de la educación, o que incluso la tienen actualmente. Nos podrá gustar más o nos podrá gustar menos, pero sigue teniendo cierta vigencia. Quizá mayor de lo que nos parece. En este sentido, la sugerencia final del post (“En cierto sentido cabría preguntarse sobre la programación que sugiere el Currículum oficial en cualquier Sistema Educativo y si, de alguna manera, no presupone cierto control por parte de un “Gran Profesor del Sistema”, llamado Gobierno”) apunta precisamente a ese control conductual (quizá no tanto como ratas, pero sí como individuos sujetos a un tour de force lleno de dádivas o castigos en forma de calificaciones). Pero, en fin, esa es una opinión muy personal. No obstante, te invito a que pienses en los programas de refuerzo para superar asignaturas, no siempre para aprender. Sí, puede que te digas que no estás de acuerdo con esas dinámicas, y puede que yo tampoco, pero se dan. Y, con todo, te animo a que pienses en lo siguiente: Un buen docente, entre sus diversas virtudes, debería ocuparse de todos y cada uno de sus alumnos, sin excepción, pero, quizá por nuestra condición humana, quizá por la ley del mínimo esfuerzo, procura que todos vayan gregariamente, pues los grupos son numerosos y es complicado individualizar la enseñanza (imáginate la parte educativa). Ese gregarismo no es absoluto, afortunadamente, pero requiere unos mínimos: normas de convivencia, respeto a la actividad propuesta... por el docente, … Esto es importante: el constructivismo de Piaget, por ejemplo, ya que lo citas, se basa en “poner al niño (alumno) en el centro del aprendizaje”, porque aprende para desarrollarse (Vygotsky no lo ve así). Pues bien, ni siquiera con la denostada LOGSE, muy fundamentada en el constructivismo (Coll, Marchesi...) el alumno fue el centro del proceso educativo. La razón puedes adivinarla en que el sistema educativo no lo permite, pero – insisto – en que esta es una opinión.
Para ilustrarlo mejor, te voy a poner un ejemplo de modificación de conducta (por tanto, eminentemente conductista):
“Hemos averiguado (hablando con él y observándole) que un niño no recoge porque quiere pintar más (por ejemplo). Si esto es así, puede que su conducta sea imitada por otros. Nos interesa ceñirnos al horario que destinamos para esta actividad porque, en caso contrario, el niño deja de participar en las siguientes actividades del grupo. De forma que debemos animarle a que deje de pintar para que recoja con sus compañeros.
Así, nos proponemos:
1) Reforzarle con sonrisas y demostraciones de aprobación y hasta entusiasmo la consecución de su obra justo en el momento en que suena la música, que es cuando hay que empezar a recoger. Se trata de un refuerzo positivo, secundario (social) y extrínseco a su conducta de acabar de pintar.
2) Si esto no fuera suficiente, porque deja de pintar pero no recoge, le propondríamos una recompensa: “Si guardas el pincel en la cubeta de agua, podrás pintar el agua de color rojo (o verde o amarillo o azul...)”, lo que sería un tipo de refuerzo secundario, una actividad reforzante (también extrínseco, aunque en cierta medida intrínseco a la conducta).
3) Si esto no fuera suficiente, porque se queda en la cubeta pintando el agua, haríamos un avión de papel, se lo mostraríamos (sólo a él, para evitar hacer otros veinte para sus compañeros) y le propondríamos que, si recoge el resto de materiales, se lo daríamos. Sería otro refuerzo secundario, de índole material (y totalmente extrínseco).
4) Si todo lo anterior fracasara, recurriríamos al refuerzo negativo: “De acuerdo, pero si tus pinturas no están recogidas, no puedes jugar con nosotros a la zapatilla por detrás”, o más drástico: “Hasta que no recojas las pinturas no vas a poder comer las chuches que ha traído la Bruja Casandra”.
5) Como último recurso, recurriríamos al castigo. No se acepta la norma sanción. (Pero el castigo no es ningún refuerzo)
En el caso de que alguno de los refuerzos descritos funcionara, estableceríamos un programa de refuerzo intermitente. Como la conducta descrita es para niños de Infantil, suponemos que no tienen del todo interiorizada la situación temporal, de forma que diseñaríamos un programa de razón. Al principio de razón fija, y posteriormente de razón variable. Pongamos un ejemplo con el refuerzo material: Al principio lo haríamos continuo (material recogidouna figura de papel); el segundo día estableceríamos con él un pseudo contrato de contingencias apoyándonos en un programa de puntos:
☺☺
Que consistiría en pegar un gomet en una tarjeta: al principio con frecuencia fácil o baja, cada dos gometsuna figura de papiroflexia; el cuarto día lo subiríamos a tres;...
Al cabo de dos semanas, prescindiríamos del sistema de puntos (programa de razón fija) y le diríamos: “De ahora en adelante, cuando vea que has estado recogiendo te daré una nueva figura de papel por sorpresa, pero no siempre. Así que ahora tiene que hacerlo siempre bien” (programa de razón variable, para mantener elevada la frecuencia de respuestas)".
Una cosa más: Haces referencia a “toda la psicología cognitiva”. Bien, hay psicología cognitiva que es conductista. La de Albert Bandura, por ejemplo. Sobre eso trata el siguiente post.
Gracias por tu comentario.
Un saludo.
En el post solo se expone someramente cómo se ha dado el modelo de aprendizaje asociativo, de E-R, basado en el conductismo, en la educación. Este post es uno de los cinco con los que se traza un recorrido por algunos métodos pedagógicos que han tenido su importancia en la historia de la educación, o que incluso la tienen actualmente. Nos podrá gustar más o nos podrá gustar menos, pero sigue teniendo cierta vigencia. Quizá mayor de lo que nos parece. En este sentido, la sugerencia final del post (“En cierto sentido cabría preguntarse sobre la programación que sugiere el Currículum oficial en cualquier Sistema Educativo y si, de alguna manera, no presupone cierto control por parte de un “Gran Profesor del Sistema”, llamado Gobierno”) apunta precisamente a ese control conductual (quizá no tanto como ratas, pero sí como individuos sujetos a un tour de force lleno de dádivas o castigos en forma de calificaciones). Pero, en fin, esa es una opinión muy personal. No obstante, te invito a que pienses en los programas de refuerzo para superar asignaturas, no siempre para aprender. Sí, puede que te digas que no estás de acuerdo con esas dinámicas, y puede que yo tampoco, pero se dan. Y, con todo, te animo a que pienses en lo siguiente: Un buen docente, entre sus diversas virtudes, debería ocuparse de todos y cada uno de sus alumnos, sin excepción, pero, quizá por nuestra condición humana, quizá por la ley del mínimo esfuerzo, procura que todos vayan gregariamente, pues los grupos son numerosos y es complicado individualizar la enseñanza (imáginate la parte educativa). Ese gregarismo no es absoluto, afortunadamente, pero requiere unos mínimos: normas de convivencia, respeto a la actividad propuesta... por el docente, … Esto es importante: el constructivismo de Piaget, por ejemplo, ya que lo citas, se basa en “poner al niño (alumno) en el centro del aprendizaje”, porque aprende para desarrollarse (Vygotsky no lo ve así). Pues bien, ni siquiera con la denostada LOGSE, muy fundamentada en el constructivismo (Coll, Marchesi...) el alumno fue el centro del proceso educativo. La razón puedes adivinarla en que el sistema educativo no lo permite, pero – insisto – en que esta es una opinión.
Para ilustrarlo mejor, te voy a poner un ejemplo de modificación de conducta (por tanto, eminentemente conductista):
“Hemos averiguado (hablando con él y observándole) que un niño no recoge porque quiere pintar más (por ejemplo). Si esto es así, puede que su conducta sea imitada por otros. Nos interesa ceñirnos al horario que destinamos para esta actividad porque, en caso contrario, el niño deja de participar en las siguientes actividades del grupo. De forma que debemos animarle a que deje de pintar para que recoja con sus compañeros.
Así, nos proponemos:
1) Reforzarle con sonrisas y demostraciones de aprobación y hasta entusiasmo la consecución de su obra justo en el momento en que suena la música, que es cuando hay que empezar a recoger. Se trata de un refuerzo positivo, secundario (social) y extrínseco a su conducta de acabar de pintar.
2) Si esto no fuera suficiente, porque deja de pintar pero no recoge, le propondríamos una recompensa: “Si guardas el pincel en la cubeta de agua, podrás pintar el agua de color rojo (o verde o amarillo o azul...)”, lo que sería un tipo de refuerzo secundario, una actividad reforzante (también extrínseco, aunque en cierta medida intrínseco a la conducta).
3) Si esto no fuera suficiente, porque se queda en la cubeta pintando el agua, haríamos un avión de papel, se lo mostraríamos (sólo a él, para evitar hacer otros veinte para sus compañeros) y le propondríamos que, si recoge el resto de materiales, se lo daríamos. Sería otro refuerzo secundario, de índole material (y totalmente extrínseco).
4) Si todo lo anterior fracasara, recurriríamos al refuerzo negativo: “De acuerdo, pero si tus pinturas no están recogidas, no puedes jugar con nosotros a la zapatilla por detrás”, o más drástico: “Hasta que no recojas las pinturas no vas a poder comer las chuches que ha traído la Bruja Casandra”.
5) Como último recurso, recurriríamos al castigo. No se acepta la norma sanción. (Pero el castigo no es ningún refuerzo)
En el caso de que alguno de los refuerzos descritos funcionara, estableceríamos un programa de refuerzo intermitente. Como la conducta descrita es para niños de Infantil, suponemos que no tienen del todo interiorizada la situación temporal, de forma que diseñaríamos un programa de razón. Al principio de razón fija, y posteriormente de razón variable. Pongamos un ejemplo con el refuerzo material: Al principio lo haríamos continuo (material recogidouna figura de papel); el segundo día estableceríamos con él un pseudo contrato de contingencias apoyándonos en un programa de puntos:
☺☺
Que consistiría en pegar un gomet en una tarjeta: al principio con frecuencia fácil o baja, cada dos gometsuna figura de papiroflexia; el cuarto día lo subiríamos a tres;...
Al cabo de dos semanas, prescindiríamos del sistema de puntos (programa de razón fija) y le diríamos: “De ahora en adelante, cuando vea que has estado recogiendo te daré una nueva figura de papel por sorpresa, pero no siempre. Así que ahora tiene que hacerlo siempre bien” (programa de razón variable, para mantener elevada la frecuencia de respuestas)".
Una cosa más: Haces referencia a “toda la psicología cognitiva”. Bien, hay psicología cognitiva que es conductista. La de Albert Bandura, por ejemplo. Sobre eso trata el siguiente post.
Gracias por tu comentario.
Un saludo.
#7:
Fracamente el conductismo como modelo de aprendizaje y modelo educativo está ya más que desterrado y por buenos motivos. Entre otras grandes lecturas de la psicología recomiendo "Como sobreviví a un padre conductista" escrito por la única hija de Watson que sobrevivió (otra hermana y un hermano se suicidaron) a los métodos educativos del conductismo aplicados a rajatabla. Toda la psicología cognitiva y la constructivista (Piaget) tienen infinitamente más que aportar al aprendizaje y desarrollo cognitivo humano que aquellos pioneros y valiosísimos (pero muy pronto superados) experimentos con ratas y palomas basados exclusivamente en refuerzos positivos y negativos. Voto errónea por extemporánea y mal documentada.
Comentarios
Fracamente el conductismo como modelo de aprendizaje y modelo educativo está ya más que desterrado y por buenos motivos. Entre otras grandes lecturas de la psicología recomiendo "Como sobreviví a un padre conductista" escrito por la única hija de Watson que sobrevivió (otra hermana y un hermano se suicidaron) a los métodos educativos del conductismo aplicados a rajatabla. Toda la psicología cognitiva y la constructivista (Piaget) tienen infinitamente más que aportar al aprendizaje y desarrollo cognitivo humano que aquellos pioneros y valiosísimos (pero muy pronto superados) experimentos con ratas y palomas basados exclusivamente en refuerzos positivos y negativos. Voto errónea por extemporánea y mal documentada.
#7 Totalmente de acuerdo, voto errónea
#7 Hola.
En el post solo se expone someramente cómo se ha dado el modelo de aprendizaje asociativo, de E-R, basado en el conductismo, en la educación. Este post es uno de los cinco con los que se traza un recorrido por algunos métodos pedagógicos que han tenido su importancia en la historia de la educación, o que incluso la tienen actualmente. Nos podrá gustar más o nos podrá gustar menos, pero sigue teniendo cierta vigencia. Quizá mayor de lo que nos parece. En este sentido, la sugerencia final del post (“En cierto sentido cabría preguntarse sobre la programación que sugiere el Currículum oficial en cualquier Sistema Educativo y si, de alguna manera, no presupone cierto control por parte de un “Gran Profesor del Sistema”, llamado Gobierno”) apunta precisamente a ese control conductual (quizá no tanto como ratas, pero sí como individuos sujetos a un tour de force lleno de dádivas o castigos en forma de calificaciones). Pero, en fin, esa es una opinión muy personal. No obstante, te invito a que pienses en los programas de refuerzo para superar asignaturas, no siempre para aprender. Sí, puede que te digas que no estás de acuerdo con esas dinámicas, y puede que yo tampoco, pero se dan. Y, con todo, te animo a que pienses en lo siguiente: Un buen docente, entre sus diversas virtudes, debería ocuparse de todos y cada uno de sus alumnos, sin excepción, pero, quizá por nuestra condición humana, quizá por la ley del mínimo esfuerzo, procura que todos vayan gregariamente, pues los grupos son numerosos y es complicado individualizar la enseñanza (imáginate la parte educativa). Ese gregarismo no es absoluto, afortunadamente, pero requiere unos mínimos: normas de convivencia, respeto a la actividad propuesta... por el docente, … Esto es importante: el constructivismo de Piaget, por ejemplo, ya que lo citas, se basa en “poner al niño (alumno) en el centro del aprendizaje”, porque aprende para desarrollarse (Vygotsky no lo ve así). Pues bien, ni siquiera con la denostada LOGSE, muy fundamentada en el constructivismo (Coll, Marchesi...) el alumno fue el centro del proceso educativo. La razón puedes adivinarla en que el sistema educativo no lo permite, pero – insisto – en que esta es una opinión.
Para ilustrarlo mejor, te voy a poner un ejemplo de modificación de conducta (por tanto, eminentemente conductista):
“Hemos averiguado (hablando con él y observándole) que un niño no recoge porque quiere pintar más (por ejemplo). Si esto es así, puede que su conducta sea imitada por otros. Nos interesa ceñirnos al horario que destinamos para esta actividad porque, en caso contrario, el niño deja de participar en las siguientes actividades del grupo. De forma que debemos animarle a que deje de pintar para que recoja con sus compañeros.
Así, nos proponemos:
1) Reforzarle con sonrisas y demostraciones de aprobación y hasta entusiasmo la consecución de su obra justo en el momento en que suena la música, que es cuando hay que empezar a recoger. Se trata de un refuerzo positivo, secundario (social) y extrínseco a su conducta de acabar de pintar.
2) Si esto no fuera suficiente, porque deja de pintar pero no recoge, le propondríamos una recompensa: “Si guardas el pincel en la cubeta de agua, podrás pintar el agua de color rojo (o verde o amarillo o azul...)”, lo que sería un tipo de refuerzo secundario, una actividad reforzante (también extrínseco, aunque en cierta medida intrínseco a la conducta).
3) Si esto no fuera suficiente, porque se queda en la cubeta pintando el agua, haríamos un avión de papel, se lo mostraríamos (sólo a él, para evitar hacer otros veinte para sus compañeros) y le propondríamos que, si recoge el resto de materiales, se lo daríamos. Sería otro refuerzo secundario, de índole material (y totalmente extrínseco).
4) Si todo lo anterior fracasara, recurriríamos al refuerzo negativo: “De acuerdo, pero si tus pinturas no están recogidas, no puedes jugar con nosotros a la zapatilla por detrás”, o más drástico: “Hasta que no recojas las pinturas no vas a poder comer las chuches que ha traído la Bruja Casandra”.
5) Como último recurso, recurriríamos al castigo. No se acepta la norma sanción. (Pero el castigo no es ningún refuerzo)
En el caso de que alguno de los refuerzos descritos funcionara, estableceríamos un programa de refuerzo intermitente. Como la conducta descrita es para niños de Infantil, suponemos que no tienen del todo interiorizada la situación temporal, de forma que diseñaríamos un programa de razón. Al principio de razón fija, y posteriormente de razón variable. Pongamos un ejemplo con el refuerzo material: Al principio lo haríamos continuo (material recogidouna figura de papel); el segundo día estableceríamos con él un pseudo contrato de contingencias apoyándonos en un programa de puntos:
☺☺
Que consistiría en pegar un gomet en una tarjeta: al principio con frecuencia fácil o baja, cada dos gometsuna figura de papiroflexia; el cuarto día lo subiríamos a tres;...
Al cabo de dos semanas, prescindiríamos del sistema de puntos (programa de razón fija) y le diríamos: “De ahora en adelante, cuando vea que has estado recogiendo te daré una nueva figura de papel por sorpresa, pero no siempre. Así que ahora tiene que hacerlo siempre bien” (programa de razón variable, para mantener elevada la frecuencia de respuestas)".
Una cosa más: Haces referencia a “toda la psicología cognitiva”. Bien, hay psicología cognitiva que es conductista. La de Albert Bandura, por ejemplo. Sobre eso trata el siguiente post.
Gracias por tu comentario.
Un saludo.
Hay muchas teorias, muchos modelos, pero ¿que modelos y tecnicas se emplean realmente hoy en dia en las escuelas y los institutos?
¿cuales son las que están en "producción" realmente?
¿cuales son las que se permiten y están estandarizadas?¿hay normas iso o une para estos temas?
¿los maestros y profesores aplican las enseñanzas obtenidas en sus carreras universitarias o se ven sobrepasados por el "esto se ha hecho así siempre", "no tengo, o no me dan tiempo para hacerlo de otra forma", "solo soy el nuevo", ...?
(como esta historia del supuesto experimento de los monos
“Estamos de ladrones hasta los cojones” (Opinión)/c32#c-32 )
Fijate si es algo de lo que jamás hemos oido hablar, que yo hace 30 años que me dicen "la A de ???? " y se me viene a la cabeza la araña, el Elefante, la Iglesia ...
Falta que mañana descubriesen la Penicilina.
#1 o el sarcasmo
Un comentario muy original, predicando con el ejemplo, supongo
#1 No tiene que ver exactamente con lo que comentas (que va más por eso que llaman aprendizaje significativo), sino con estímulo-respuesta (E-R).
Pues en eso se basa el conductismo, y así se aplica a la pedagogía tradicionalmente (esto último nunca mejor dicho)
Alerta magufo
Conductismo radical skinneriano, más de un palmero debería estudiarlo para comprobar su situación real.
Tantos modelos educativos en la actualidad, y el sistema educativo cada vez peor. Quizás deberían mirar en otro sitio.
Muy chulo pero qué utilizas de recompensa? un caramelo? 9 de cada 10 dentistas aprueban este método. Bueno, 10.