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#4:
#3 Un ejemplo de intervención en el aula con este modelo (siguiendo estos pasos: a. Atención b. Retención c. Producción d. Motivación y refuerzo):
Queremos que los niños aprendan a resolver una situación conflictiva con sus iguales de forma amistosa (positiva), en concreto en la disputa por un juguete:
a. Atención: Sin diseñar la situación, aprovechando una situación en la que se esté produciendo una disputa por un juguete, la maestra interviene de la siguiente forma (y siempre con la sonrisa dibujada en su rostro, esto es la esencia de lo que quiere mostrar al alumno): 1) Pide amablemente el juguete al niño que lo tiene, utilizando fórmulas como “Por favor, Alicia”, “¿Me dejas el coche?”; 2) Si se lo deja, se lo agradece: “Gracias, Alicia”; 3) Si no se lo deja, intenta negociar: “Si me lo dejas, te dejo esta moto”; 4) Si tampoco se lo deja, concluye: “Pero luego me lo dejas, ¿vale?”; 5) Tanto si se lo ha dejado como si no, le ofrece jugar a la niña (Alicia) con ella con ese juguete o a otro juego (suponemos que estamos en edades superiores a los tres años, superado el juego en paralelo)
b. Retención: Paralelamente o inmediatamente después de jugar con Alicia, la maestra repasa verbalmente los pasos seguidos. Con los mismos protagonistas, en días posteriores, describe los pasos pero sin acabar la frase, animando a los alumnos implicados a completarla: “Como no me lo deja...”, conclusión del niño: “...le digo que me lo deje luego”. Maestra: “Y me pongo a jugar con la pelota. Le digo a Alicia (o a Juan)...”, conclusión del niño: “...si quiere jugar conmigo a la pelota”. A lo que la maestra añade finalmente: “¿Y cómo está mi cara?”, a lo que responden los niños: “¡contenta!”.
c. Producción: En sucesivas situaciones similares, los actores mostrarán intentos por hacerlo como les enseñó su maestra. Como es improbable que salga bien las primeras veces, la maestra estará pendiente para mediar y facilitar la producción de la conducta propuesta.
d. Motivación y refuerzo: A medida que las conductas se vayan produciendo satisfactoriamente, la maestra recordará el bienestar logrado: alegría, juego, en ausencia de gritos, etc. Si las conductas propuestas no surgen, la maestra, además de insistir en el modelo, les recordará cómo estaba su cara (alegre) cuando le pedía el juguete a la niña y lo que hacían después de pedir el juguete: jugar en cualquier caso.
Queremos que los niños aprendan a resolver una situación conflictiva con sus iguales de forma amistosa (positiva), en concreto en la disputa por un juguete:
a. Atención: Sin diseñar la situación, aprovechando una situación en la que se esté produciendo una disputa por un juguete, la maestra interviene de la siguiente forma (y siempre con la sonrisa dibujada en su rostro, esto es la esencia de lo que quiere mostrar al alumno): 1) Pide amablemente el juguete al niño que lo tiene, utilizando fórmulas como “Por favor, Alicia”, “¿Me dejas el coche?”; 2) Si se lo deja, se lo agradece: “Gracias, Alicia”; 3) Si no se lo deja, intenta negociar: “Si me lo dejas, te dejo esta moto”; 4) Si tampoco se lo deja, concluye: “Pero luego me lo dejas, ¿vale?”; 5) Tanto si se lo ha dejado como si no, le ofrece jugar a la niña (Alicia) con ella con ese juguete o a otro juego (suponemos que estamos en edades superiores a los tres años, superado el juego en paralelo)
b. Retención: Paralelamente o inmediatamente después de jugar con Alicia, la maestra repasa verbalmente los pasos seguidos. Con los mismos protagonistas, en días posteriores, describe los pasos pero sin acabar la frase, animando a los alumnos implicados a completarla: “Como no me lo deja...”, conclusión del niño: “...le digo que me lo deje luego”. Maestra: “Y me pongo a jugar con la pelota. Le digo a Alicia (o a Juan)...”, conclusión del niño: “...si quiere jugar conmigo a la pelota”. A lo que la maestra añade finalmente: “¿Y cómo está mi cara?”, a lo que responden los niños: “¡contenta!”.
c. Producción: En sucesivas situaciones similares, los actores mostrarán intentos por hacerlo como les enseñó su maestra. Como es improbable que salga bien las primeras veces, la maestra estará pendiente para mediar y facilitar la producción de la conducta propuesta.
d. Motivación y refuerzo: A medida que las conductas se vayan produciendo satisfactoriamente, la maestra recordará el bienestar logrado: alegría, juego, en ausencia de gritos, etc. Si las conductas propuestas no surgen, la maestra, además de insistir en el modelo, les recordará cómo estaba su cara (alegre) cuando le pedía el juguete a la niña y lo que hacían después de pedir el juguete: jugar en cualquier caso.
Comentarios
#5 #7 Gracias. Nos dedicamos a eso.
Pero vamos a ser serios. He buscado en Google sobre los autores de este blog. La mayoría trabajan o han trabajado en la Universidad. Algúnos han pasado por las aulas de Centros Educativos, sin pena ni gloria y sin tener puta idea de lo que es estar en las trincheras de la educación de verdad. Saben Vds, señores Psicólogos, etc, lo que necesitan los chavales hoy en día?, que se les escuche, que se les aprecie y que se les motive. Lo demás son rollos patateros como los artículos que aqui se manejan que sólo tiene un fin, vender los libros reseñados en este blog. Por cierto algúno de estos personajes recomiendan en sus aulas sus libros para hacerse con unos eurillos. Por favor más seriedad. Llevo 30 años en el mundo de la educación y se lo que se "mama" dentro y esto que publican estos señores es auténtica bazofia que no sirev de nada, sólo a sus intereses.
#6 Tú métete con los psicólogos (Psicolgía evolutiva, condicionamiento, estudios de personalidad, trastornos del aprendizaje, etc...) pero son los únicos metiendo algo de claridad científica en la pseudociencia de la pedagogía. Los estudios de magisterio son una vergüenza, los modelos de intervención pedagógica se aplican en base a modas y no en base a criterios de efectividad y los profesionales del ámbito sois muy mediocres y tenéis una visión muy limitada y reduccionista, como por ejemplo: lo que necesitan los chavales hoy en día?, que se les escuche, que se les aprecie y que se les motive.
#10 Para eso estais vosotros, que tenéis una visión mucho mas amplia, amplia para dedicaros a poner nombre científico a situaciones normales y cotidianas que se dan en las ecuelas desde hace décadas, con lo que montáis vuestro particular negocio.
Te recomiendo una lectura que a buen seguro ilustrará un poco tu deficiente e interesada opinión:
sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/26/actualidad/1411730295_336861.h
Alguien de mnm ha creado el blog este y hay que darle visitas como sea???
#14 si. Es un blog mediocre aupado a portada por los mismos de siempre.
Me gustaría tener más detalles de este método pedagógico, ya que la teoría está expuesta muy bien, pero en el post se obvia lo más importante : que el aprendizaje vicario tiene su máximo exponente en la educación familiar y del entorno y tiene que ver con la observación de una conducta real con una consecuencia real. Es un proceso automático de observación.
Un modelo pedagógico así exigiría que el profesor estuviese presente en momentos claves de la vida personal y académica, como por ejemplo cuando un niño tuviese que tomar la iniciativa de hacer su tarea solo. Si es una conducta con vistas a un resultado, el profesor debería mostrarse haciendo lo que ha dicho para conseguir un resultado parecido.
#3 Un ejemplo de intervención en el aula con este modelo (siguiendo estos pasos: a. Atención b. Retención c. Producción d. Motivación y refuerzo):
Queremos que los niños aprendan a resolver una situación conflictiva con sus iguales de forma amistosa (positiva), en concreto en la disputa por un juguete:
a. Atención: Sin diseñar la situación, aprovechando una situación en la que se esté produciendo una disputa por un juguete, la maestra interviene de la siguiente forma (y siempre con la sonrisa dibujada en su rostro, esto es la esencia de lo que quiere mostrar al alumno): 1) Pide amablemente el juguete al niño que lo tiene, utilizando fórmulas como “Por favor, Alicia”, “¿Me dejas el coche?”; 2) Si se lo deja, se lo agradece: “Gracias, Alicia”; 3) Si no se lo deja, intenta negociar: “Si me lo dejas, te dejo esta moto”; 4) Si tampoco se lo deja, concluye: “Pero luego me lo dejas, ¿vale?”; 5) Tanto si se lo ha dejado como si no, le ofrece jugar a la niña (Alicia) con ella con ese juguete o a otro juego (suponemos que estamos en edades superiores a los tres años, superado el juego en paralelo)
b. Retención: Paralelamente o inmediatamente después de jugar con Alicia, la maestra repasa verbalmente los pasos seguidos. Con los mismos protagonistas, en días posteriores, describe los pasos pero sin acabar la frase, animando a los alumnos implicados a completarla: “Como no me lo deja...”, conclusión del niño: “...le digo que me lo deje luego”. Maestra: “Y me pongo a jugar con la pelota. Le digo a Alicia (o a Juan)...”, conclusión del niño: “...si quiere jugar conmigo a la pelota”. A lo que la maestra añade finalmente: “¿Y cómo está mi cara?”, a lo que responden los niños: “¡contenta!”.
c. Producción: En sucesivas situaciones similares, los actores mostrarán intentos por hacerlo como les enseñó su maestra. Como es improbable que salga bien las primeras veces, la maestra estará pendiente para mediar y facilitar la producción de la conducta propuesta.
d. Motivación y refuerzo: A medida que las conductas se vayan produciendo satisfactoriamente, la maestra recordará el bienestar logrado: alegría, juego, en ausencia de gritos, etc. Si las conductas propuestas no surgen, la maestra, además de insistir en el modelo, les recordará cómo estaba su cara (alegre) cuando le pedía el juguete a la niña y lo que hacían después de pedir el juguete: jugar en cualquier caso.
#4 Muy buena explicación, me quito el sombrero.
#4 Magnifico apunte
#4 ¿y no sería mejor enseñar a Alicia a compartir?
#4 No está mal el modelo pero estás hablando de que un maestro eduque a los hijos de otro. Los maestros no están para educar, ese es el problema de hoy en día. Nos dedicamos a resolver conflictos porque en casa no se hace. Cuando éramos críos nos educaban en casa, no en el colegio. En algún momento alguien nos vendió la moto de que los niños tienen que estar desde críos en la escuela cuando no es así. Los niños tienen que estar con sus padres hasta que vayan al colegio. Pero es muy cómodo dejarlos en la escuela infantil y descansar unas horas.
A mí el método de resolución del problema no me gusta porque implica hacer creer al niño que las cosas se hacen cuando él quiere. Se obvia que el, juguete no es suyo y todos los demás tienen derecho a jugar con él. Es decir, el niño no ha aprendido lo más importante en esta vida, que hay que cumplir ciertas normas, te guste o no, sin esperar recompensa a cambio.
#15 "ese es el problema de hoy en día"
Cada vez que alguien dice esa frase muere un gatito. El problema de hoy en día son muchos problemas.
Y en cuanto a educación.. a algunos les encanta idealizar el pasado, pero me juego el cuello a que mi educación ha sido mucho mejor que la de la mayoría de la generación anterior, muchos de los cuales no pasarían de la educación básica y que además "aprendían" a coser y cuidar de los maridos a base de reglazos.
La educación de ahora será mala, pero ves los libros de mi madre y te da un pasmo.
"Cuando éramos críos nos educaban en casa, no en el colegio" Mentira. De ahí los reglazos.
"Pero es muy cómodo dejarlos en la escuela infantil y descansar unas horas." Mucha gente está trabajando, y tal..
"lo más importante en esta vida" Otra afirmación sin fundamento.
Qué miedo me das como profesor...
#17 Claro que hay muchos problemas y uno de ellos es la delegación por parte de los padres que pasan de educar a sus hijos, para que otros para que les eduquen. Ese es el gran problema. Que ellos se han borrado de la educación, cuando son la parte más importante. Frases lapidarias de los padres: es que mis hijos no se quieren ir a la cama a las 9:30, es que se tiran toda la tarde jugando a la PSP y no quieren hacer los deberes. Enseñarles todo por imitación no sirve. Como padre eres un modelo para tu hijo, pero también una figura de autoridad que no necesita explicar cada cosa que les ordenas. Y cuando hay que irse la cama se va a la cama, les guste o no, te vean hacerlo o no. Porque cuando un niño te pregunta que por qué hay que hacer algo, no es porque no lo entiende, sino porque no le apetece hacerlo. Con pocos críos has tratado.
Los reglazos no educaban a nadie, no se daban para educar, se daban porque la educación antes no tenía criterio pedagógico alguno. Mucha gente está trabajando... No será en este país, en el que muchos padres llevan a sus hijos al colegio a los 3 años porque ya toca, que lo veo cada mañana con mis ojos.
Pues sí, lo más importante en esta vida es cumplir las leyes, las normas acordadas entre todos y sin las cuales la sociedad y la convivencia son imposibles. Sin leyes y normas de convivencia viviríamos según la ley de la jungla. Otra cosa es que las leyes puedan ser mejores o peores, pero nadie puede negar lo bueno que es que existan.
Sí, a veces doy miedo, pero la mayoría soy divertido, cariñoso y me preocupo mucho por mis alumnos y sus padres. También exigente y cabezón. TPero el miedo también es importante. El respeto como concepto se adquiere bastanta más tarde. Y muchos críos sólo te hacen los deberes si al día siguiente se quedan sin patio. Eso es miedo y, por desgracia, funciona. Porque por imitación no los hacen en casa.
Para eso estais vosotros, que tenéis una visión mucho mas amplia, amplia para dedicaros a poner nombre científico a situaciones normales y cotidianas que se dan en las ecuelas desde hace décadas, con lo que montáis vuestro particular negocio.
Te recomiendo una lectura que a buen seguro ilustrará un poco tu deficiente e interesada opinión:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/26/actualidad/1411730295_336861.html
Al leer el título, me he puesto a recordar cuando en mis tiempos de instituto y universidad me ganaba unas pelillas dando clases de matemáticas. Concretamente, he recordado un alumno que personificaba la ley del mínimo esfuero: yo le resolvía un problema, explicándole paso a paso el "cómo" y el "por qué" y a continuación le invitaba a resolver varios problemas del mismo tipo. Entonces él me decía "No. Prefiero que los vayas resolviendo tu y yo te observo". Evidentemente no aprobó.
Claro, y ahora estudie usted la teoría de Galois o la de Silow por observación.
De ahí que se baje tanto porno.
#1 Y de hay tanta frustracion sexual.