En la vibrante década de los años 60, se llevaba a cabo una revolución. La minifalda, una prenda audaz y provocativa, irrumpió en la escena de la moda, cautivando a las mujeres y desafiando las normas sociales. Con su atrevido dobladillo por encima de la rodilla, la minifalda se convirtió en un símbolo de liberación, individualidad y rebelión femenina. Esta icónica declaración de moda no solo remodeló los guardarropas de las mujeres de todo el mundo, sino que también desempeñó un papel fundamental, al desencadenar una revolución cultural.
Comentarios
Rebelión femenina, revolución, minifalda, moda...
#2 Sí, también pensé en la etiqueta "rebelión femenina", pero por alguna razón no la incluí. Ahora no lo puedo cambiar, ¿verdad?
Mi señora madre me cuenta que las descubrió en Francia y se las trajo, nadie las llevaba aun y claro, de golfa para arriba la pusieron y con más ganas se las ponía. Una rebelde buena mi omaita y un pibón, taba claro.
Tiran más
dos tetasuna minifalda que dos carretas.Dadme un minifalda señor y os conquistaré el mundo.
#3 tira más pelo de chocho que maroma de barco
Hay minifalda, hay meneo. (Meneo en Menéame, entiéndase ).
Y no es esa prenda, más para el deleite del Aberroncho@ masturbattor que revolución de no-sé-qué femenina??
#6 Creo más bien, que es el mismo caso de la pornografía: en realidad, no está en la imagen, sino en en el ojo de quien la mira.
#8 Pues claro. Eso es clarinete.