La mierda nos rodea. No se desliza solamente por nuestros intestinos, también fluye en gigantescos ríos subterráneos bajo nuestros pies: en Madrid se generan diariamente unas ochocientas toneladas de excrementos. A pesar de los esfuerzos por ocultarla y negarla, como si fuera un pariente pobre del que nos avergonzamos, la mierda aparece de improviso en las tartas de IKEA, en paseos por el campo o en los museos.
El artículo está bien escrito. La performance del artista colombiano me ha dejado sin palabras. He pensado que era un acto ridículo y gratuito hasta leer lo que escribió el propio artista. Creo que no era necesario llegar al extremo de la performance, pero no cabe duda de que el mensaje es contundente.
Comentarios
El artículo está bien escrito. La performance del artista colombiano me ha dejado sin palabras. He pensado que era un acto ridículo y gratuito hasta leer lo que escribió el propio artista. Creo que no era necesario llegar al extremo de la performance, pero no cabe duda de que el mensaje es contundente.
Otro meneo de mierda.
Vaya meneo de muerda.
Bueno, muchos comentarios del ejército de los #50centavos huelen que echan para atrás