Fernando Arrabal escribió El cementerio de automóviles en 1957 y se rodó para la televisión francesa en 1983. Es una historia que admite múltiples interpretaciones, desde la distopía a la crítica abrasiva al franquismo. Arrabal confesó: «En realidad esta pieza es un cataclismo medieval; me inspiré al escribirla en lo que vi durante mi infancia en Ciudad Rodrigo, y que iba de los desastres de la guerra al entierro de la sardina. El antiguo régimen [el franquismo], tras censurar mi teatro (como mi cine) me distinguió con sus insultos…».
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Y le dejaron hablar.