Hace 6 años | Por porcorosso a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por porcorosso a yorokobu.es

Henry James describió en Las bostonianas un tipo de relación que se empezó a ver en las clases altas de EEUU en el XIX y un siglo antes en Inglaterra: dos amigas íntimas que vivían juntas y se cuidaban. Lo hacían para huir de la sumisión que el matrimonio implicaba. Así lo sentían ellas: casarse era doblegarse. La moral victoriana respiraba tranquila con los matrimonios de Boston. A sus ojos, aquellos hogares eran puros y virginales. Pero hacia 1870 apareció un concepto que acabaría censurando estas relaciones: el lesbianismo.

Comentarios

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#4 o por motivos muy diferentes. No me gusta la reinvencion y reinterpretacion de la historia. Son visiones personales q pueden hacer agua si se mezclan con otros temas y se mete la pata.

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#6 deja de copy/paste. Es molesto y no añade nada nuevo. El articulo mezcla cosas qpueden ser validas con tonterías de moda. Y busca en España, anda, q esto ya existía aqui antes. Curiosamente las de clase alta adineradas. Q casualidad.

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#9 Pues vale, cierra la puerta al salir.

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#12 Corroboras que debes ampliar tus fuentes de información. ( enmarco "Y tu mes recuerdas" como errores de wassap)

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Luego desvaría con los tópicos de siempre. Es estúpido pretender q algo no existido, por no haber sido estudiado, y demás desatinos.

porcorosso

#3 Matrimonio de Boston, o en el original inglés Boston marriage, es una expresión creada en el siglo XIX en los Estados Unidos para hogares formados por dos mujeres que convivían de forma independiente de cualquier apoyo o soporte masculino. Es un asunto discutido si estas mujeres eran lesbianas, en el sentido sexual de la palabra. Es posible que algunas lo fueran y otras no. En la actualidad, todavía se emplea a veces en países anglosajones para referirse a dos mujeres que conviven sin tener una relación sexual. Una relación de este tipo puede tener intimidad y compromiso, sin componente sexual.
https://es.wikipedia.org/wiki/Matrimonio_de_Boston

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#6 me aburren meneos históricos sin rigor.

porcorosso

#8 ¿Sin rigor? El artículo esta lleno de citas de:
Lillian Faderman: Erudita internacionalmente reconocida especializada en homosexualidad.
https://en.wikipedia.org/wiki/Lillian_Faderman
Stephanie Coontz: Autora, historiadora y profesora del Evergreen State College.
https://en.wikipedia.org/wiki/Stephanie_Coontz
Jaclyn Geller: Académica, es una autoridad en varios campos, incluyendo la psicología del matrimonio y la literatura del siglo XVIII.
http://www2.ccsu.edu/faculty/gellerjai
Esther Rothblum: Profesora de estudios de la mujer, San Diego State University
http://rothblum.sdsu.edu/
A ti si que te falta rigor histórico.

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#9 me recuerdas a los q enviaron a Salas, juez del quince, manifiestos feministas para "que estudiase feminismo".
Deja de copiar y pegar textos si no eres capaz de entenderlos y analizarlos con criterio.

porcorosso

#11 Y tu mes recuerdas a la jueza que preguntó a una presunta violada si "cerró bien las piernas".
https://www.elespanol.com/espana/20160720/141486825_0.html

porcorosso

Ya se envió antes una parecida Los matrimonios bostonianos

Hace 7 años | Por Strax a quhist.com
pero la otra es un miniresumen de ésta.

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#1 Disculpa, me parece errónea por algo muy sencillo.
El lesbianismo y las parejas de mujeres q se van a vivir juntas es tan antiguo como la humanidad. Bastante anterior a q existiera Boston.
Otra cosa diferente es que el gran publico se diese cuenta de ello en un siglo bien convulso.

porcorosso

#2 «Para una mujer que quería enfocarse en su carrera a finales del siglo XIX (…) estos matrimonios tenían mucho sentido», explica la historiadora Lillian Faderman, en el ensayo Boston Marriages (1993). «Parece que en esa época entendían que si una mujer quería dedicarse a las carreras profesionales que les estaban abriendo sus puertas no podían atarse a embarazos continuos y a llevar un hogar. Era mejor quedarse como una “solterona”. Eso la condenaba a la castidad con los hombres pero no había ninguna razón para negarle la compañía de una íntima amiga».
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La investigadora señala que el nuevo dedo acusador apareció justo en una época en que las mujeres comenzaban a ser independientes. Avanzaron después las teorías de Freud y sus conceptos rompedores como la «envidia del pene» y la «ansiedad de castración». La represión victoriana fue tal que a principios del XX muchos estudiosos, liberados de los temores religiosos, intentaron entender a las personas desde la sexualidad. Fue el hachazo de muerte a las amistades románticas y los matrimonios bostonianos. «Las mujeres que amaban a otras mujeres fueron forzadas a aceptar la etiqueta de lesbiana», relata Faderman.