Durante el sitio de Sebastopol, las autoridades soviéticas necesitaron crear modelos de heroicidad que inspirasen y elevasen la moral de las tropas. Mariya Bayda fue una de las tres heroínas que cumplieron plenamente este propósito, - sus compañeras fueron la francotiradora Lyudmila Pavlichenko y Nina Onilova que estuvo al frente de una ametralladora.