Hace 7 años | Por parapapablo a yorokobu.es
Publicado hace 7 años por parapapablo a yorokobu.es

Pablo Poó Gallardo ha perdido la cuenta de los kilómetros recorridos en estos últimos cinco años para tratar de compaginar su vida laboral y personal. En este tiempo ha trabajado en trece institutos diferentes como profesor interino. Tampoco recuerda si han sido 11 o 12 los pisos en los que ha vivido de alquiler… En uno de ellos, un día decidió parar aquel trajín para organizar ideas.

Comentarios

D

Conozco muy, muy de cerca el mundo de la enseñanza. Me pasmo ante estas palabras:

"Poó siempre responde que de buen grado rechazaría parte de sus vacaciones por un aumento de sueldo".

El discurso de todos los profesores con los que me topo es al revés. Dicen que no les importaría bajarse el sueldo con tal de poder descansar un poco más. Claro que hablo de la educación concertada, donde la explotación por parte del centro tiende a ser mayor. Pero los de los colegios públicos no se quejan de falta de sueldo o de vacaciones, sino principalmente de exceso de ratio de alumnos y de falta de fondos (200 euros al año para fotocopias les dan a profesores con más de 4 clases).

Eso, y cagarse en el bilingüismo de la Comunidad de Madrid.

D

¿Y cuál es el problema de que un interino haga eso?

D

#2 ¿Ademas de subnormal y pepero tienes mas taras?

jamaicano

Lo de la educación pública se ha convertido en una loteria... la gente va jugando una y otra vez con la esperanza de obtener la plaza... y por cada tipo con suerte que la saca hay miles que están en un sin vivir dando vueltas por España encadenando contratos de mierda.

Además, un examen que no valora realmente que vaya a ser un buen profesor siquiera...

D

#4 ¿Y por qué no trabajan en otra cosa?
¿tiene que ser con plaza vitalicia?