La política de extrema derecha de las instituciones locales y autonómicas de la capital de España hace su entrada de caballo siciliano en el mundo teatral desmontando un modelo en el que se buscaba la excelencia por encima de todo. Hoy, Madrid no provoca envidia alguna. Cuando le preguntan a Àlex Rigola cómo fue su etapa en los Teatros del Canal de Madrid (2016-2017) siempre responde con una sonrisa y diciendo que nunca había podido trabajar con tanta libertad y recursos. El director barcelonés decidió marchase el 3 de octubre de 2017, dos
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En 2017, cuando el consejero de Cultura, Turismo y Deportes madrileño, Jaime de los Santos, supo que Rigola abandonaría los Teatros del Canal, dijo que no organizaría ningún concurso, porque “lo importante es que los mejores estén en las instituciones madrileñas”. Quizá entonces se trataba de eso, de los mejores. Ahora no, ahora va de ganar una guerra.