Por reducido que sea su entorno, no habrá podido esquivar algún sujeto que, mandíbula en el suelo y mano en entrepierna, proclame alguna variante de «la nueva de Mad Max es la hostia». Un fervor casi ciego que hace algo más que alentarle a presenciar el espectáculo, y se asemeja peligrosamente al proselitismo de un culto o una religión churrigueresca. Aciertan.
Comentarios
Al final habrá que verla.
Bah! Donde se ponga una buena partida de Gorkamorka...
una orgia de acción,trepidante, mad max apenas habla