Hace 9 años | Por armando.morles a yorokobu.es
Publicado hace 9 años por armando.morles a yorokobu.es

Dennis McKenna dibuja un panorama a medio camino entre los peligros que acecha a la planta amazónica, la propia selva y un cierto mesianismo a partir de esta «simbiosis» entre el hombre y la ayahuasca: «Creo sinceramente que la ayahuasca se ha convertido en una suerte de emisario del resto del planeta que viene a decirnos “o actúas en sintonía con el resto o mejor abandona el escenario”. Esto explica por qué en los últimos 20 o 30 años ha escapado tan rápidamente de su hogar para extenderse por el mundo».