Hace 8 años | Por Ripio a agenciasinc.es
Publicado hace 8 años por Ripio a agenciasinc.es

El agua de lluvia que cayó en algunos pueblos de Zamora el otoño pasado trajo un extraño pasajero: una microalga verde que se torna rojiza ante situaciones de estrés. Cuando se depositó sobre los pilones y abrevaderos, las aguas no tardaron en teñirse de rojo. Investigadores de la Universidad de Salamanca han aclarado este fenómeno, aunque no el misterioso origen de las pequeñas algas, que también utilizan la industria farmacéutica, alimentaria e incluso automovilística.

Comentarios

Ripio

¡Mentira! ¡Es sangre, el final está cerca!
¡PENINTENCIAGITE!

ikatza

El titular parece sacado de la década de los 40.