Hay varias vías del callejero de Madrid que son reincidentes en cuanto a las historias de misterio y terror, posiblemente la que más notoriedad ha alcanzado ha sido la Calle de Antonio Grilo, conocida por los atroces, y repetidos, crímenes que en ella se abordaron. Aún así, conviene tener también muy presente a otra callejuela, la del Sacramento, donde ocurrió la macabra leyenda de la Casa de la Cruz de Palo. Hasta 1972, cuando se construyó un aparcamiento subterráneo, hubo una cruz recordando la aparición de un emparedado en esa calle.