Es imposible encontrar en la prensa española una entrevista o artículo sobre el pianista clásico de moda James Rhodes que no nombre y abunde en su condición de víctima de violación infantil (El País, El mundo, El Español, Jot Down y decenas más). ¿Es una fijación de los periodistas con su típico afán amarillista? ¿Está incómodo el pianista clásico con esta cruda exposición de su vida privada?
Comentarios
Dado que el autor no es capaz de discernir si Rhodes es o no un buen pianista (yo tampoco), el artículo es irrelevante.