El psicoterapeuta infantil Graham Music cuestiona en su nuevo trabajo la aceptada noción de que los niños nacen egoístas. Basándose en su propia experiencia, en la de sus colegas y en los resultados de los experimentos sociales llevados a cabo durante décadas (como el del Instituto Max Planck), postula que el consumismo y los despiadados condicionamientos competitivos e individualistas del capitalismo post-industrial están ayudando a convertirlos en criaturas egoístas, inmorales y sin un gramo de empatía. Traducción en #1
#1:
Si has planeado ir de compras con los niños este lunes festivo puede que no desees seguir leyendo, ya que educar a tus hijos en el consumismo está ayudando a convertirlos en criaturas egoístas, inmorales y sin un gramo de empatía, de acuerdo con un nuevo estudio. Puedes estar convirtiéndolos en adultos con estrés crónico, cuyo potencial humano, cuyo altruismo natural, haya sido aniquilado por la codicia y la ansiedad.
En su nuevo libro, el psicoterapeuta infantil Graham Music sugiere que los cambios sociales y el giro hacia una sociedad cada vez más desigual nos han transformado en individuos malos, con un corazón de piedra; Music expresa que en realidad nacemos con un gran corazón y una bondad innata, pero somos enseguida empujados hacia el egoísmo y la frialdad debido a nuestro entorno.
"Estamos perdiendo la empatía y la compasión en el trato social con otros individuos", dice Music, psicoterapeuta infantil y de adolescentes en las clínicas Tavistock y Portman de Londres. "Hay una gran cantidad de evidencias que muestran que la velocidad de la vida y la ansiedad resultante tienen un impacto enorme en cómo tratamos a otras personas. Intuitivamente, todos lo sabemos. Vivimos en un mundo de lobos y depredadores sociales, por lo que tiene sentido estar constantemente estresados y vigilantes para hacerles frente. Pero a través de este estrés se operan algunos cambios realmente fundamentales en nuestro comportamiento, junto con efectos negativos en casi todo, desde la salud y la esperanza de vida a la propia felicidad ".
Un estudio realizado el año pasado por la Universidad Michigan mostró que los adolescentes expuestos a las crueldades de los realities televisivos - donde las disputas repugnantes y desagradables, además de los juicios de valor duros e implacables hacia los semejantes son el verdadero entretenimiento - los hacía todavía más socialmente agresivos. Music dice que la mezquindad ocasional que se puede ver en programas como por ejemplo 'X Factor' o 'Britain's Got Talent' muestra también lo fríos e insensibles que estamos llegando a ser.
Su nuevo libro, que será publicado a finales de mes, se llama 'La buena vida: el bienestar y la nueva ciencia del altruismo, egoísmo e inmoralidad' ('The Good Life: Wellbeing and the New Science of Altruism, Selfishness and Immorality'). Es la última de toda una serie de publicaciones que señalan la existencia de este desequilibrio en el Reino Unido; la obra se basa en décadas de investigación social experimental, así como en la propia experiencia de Music como terapeuta, y pinta un panorama realmente sombrío de la sociedad occidental, cuya estructura no hace más que minar la tendencia humana natural hacia la empatía, convirtiéndola dramáticamente en una tendencia hacia una maldad insensible.
Music cuestiona la noción de que los niños nacen egoístas. Cita, entre otros, una serie de experimentos en el Instituto Max Planck de Alemania, en el que un grupo de niños de 15 meses de edad se colocaron dentro de una habitación junto con un adulto, que en un momento dado fingía necesitar ayuda. "Está probado que existe una necesidad o anhelo por ayudar. A los niños pequeños les encanta ayudar, reciben una recompensa intrínseca sólo con ello. Esto fue así hasta que les empiezaron a recompensar con un juguete su comportamiento. El grupo de niños pequeños que fue recompensado de manera extrínseca -es decir, con un juguete- perdió rápidamente interés por ayudar; los niños que no recibieron recompensa material -y que tampoco sabían que el otro grupo sí las estaba recibiendo- siguieron siempre dispuestos a ayudar, contentos, sin ningún motivo ulterior salvo el propio acto de ayudar".
Otros estudios han demostrado que los niños pequeños se sienten más felices regalando golosinas que recibiéndolas, dice Music. "También tenemos pruebas de que si a los adolescentes se le pide que hagan una buena acción o favor a otra persona una vez al día son menos propensos a la depresión. Hemos evolucionado para ser útiles y para hacer cosas sin que medie una recompensa material. Las recompensas no hacen feliz a nadie y algo muy fundamental se pierde cuando recompensamos ciertos comportamientos. Todos lo sabemos, pero lo hemos perdido de vista al sumergirnos en este ideal de conducta consumista que nos rodea, en la machacona insistencia propia y ajena de que necesitamos ese iPhone o esa nueva cocina para ser felices; y caemos en ello una y otra vez, una y otra vez. Toda esa gente extremadamente poderosa que maneja el capitalismo post-industrial, junto con los los medios comunicación de masas, generalmente a su servicio, son brillantes en la creación de esas necesidades en todos nosotros ya que, después de todo, no se puede vender el bienestar".
Music señala al estrés como lo que nos mantiene en un estado de tensión contante, en un "luchar o huir" continuo. "En este contexto no tiene ningún sentido estar interesado en los demás, ni en lo que están pensando o sintiendo, ya que tu sistema nervioso está siempre en tensión".
El libro detalla varios experimentos sociales, incluyendo uno de 1973, cuando se les dijo a unos estudiantes de teología que debían dar una charla acerca de la parábola del Buen Samaritano. A la mitad de ellos se les dijo que debían hacerlo de modo inmediato; al resto se les dio un tiempo para prepararse. Cuando salieron de la habitación, pasaron junto a un actor que fingía estar en problemas y necesitar ayuda. Los que tenían que preparar de forma rápida la charla lo ignoró, mientras que los otros, que no tenían el estrés y la tensión de la inmediatez, se detuvieron a ayudar.
"La velocidad de la vida, de la sociedad, tiene un impacto en nuestro altruismo", dice Music. "Esto está sucediendo también en las escuelas. El estrés se está filtrando en nuestras escuelas por medio de este programa de estudios basado principalmente en los logros académicos, en la cultura de la competición y supervisión continua. Estoy muy preocupado por esta cuestión debido a los niños que veo en mis clínicas".
Music dice que debemos repensar urgentemente nuestras tendencias materialistas. "Este extremadamente monetarizado mundo occidental hará que cada vez perdamos más y más el contacto con nuestras obligaciones sociales".
Tal vez no sea demasiado tarde para reconsiderar esa salida de compras.
#2:
No es verdad, los críos son unos cabroncetes crueles y egoístas, y gracias a la educación de los padres suavizamos su tendencia natural.
Rousseau era partidario de esa bondad inocente, pero cualquiera que trate con niños sabe que son fieras salvajes, es la sociedad la que nos domestica.
Si has planeado ir de compras con los niños este lunes festivo puede que no desees seguir leyendo, ya que educar a tus hijos en el consumismo está ayudando a convertirlos en criaturas egoístas, inmorales y sin un gramo de empatía, de acuerdo con un nuevo estudio. Puedes estar convirtiéndolos en adultos con estrés crónico, cuyo potencial humano, cuyo altruismo natural, haya sido aniquilado por la codicia y la ansiedad.
En su nuevo libro, el psicoterapeuta infantil Graham Music sugiere que los cambios sociales y el giro hacia una sociedad cada vez más desigual nos han transformado en individuos malos, con un corazón de piedra; Music expresa que en realidad nacemos con un gran corazón y una bondad innata, pero somos enseguida empujados hacia el egoísmo y la frialdad debido a nuestro entorno.
"Estamos perdiendo la empatía y la compasión en el trato social con otros individuos", dice Music, psicoterapeuta infantil y de adolescentes en las clínicas Tavistock y Portman de Londres. "Hay una gran cantidad de evidencias que muestran que la velocidad de la vida y la ansiedad resultante tienen un impacto enorme en cómo tratamos a otras personas. Intuitivamente, todos lo sabemos. Vivimos en un mundo de lobos y depredadores sociales, por lo que tiene sentido estar constantemente estresados y vigilantes para hacerles frente. Pero a través de este estrés se operan algunos cambios realmente fundamentales en nuestro comportamiento, junto con efectos negativos en casi todo, desde la salud y la esperanza de vida a la propia felicidad ".
Un estudio realizado el año pasado por la Universidad Michigan mostró que los adolescentes expuestos a las crueldades de los realities televisivos - donde las disputas repugnantes y desagradables, además de los juicios de valor duros e implacables hacia los semejantes son el verdadero entretenimiento - los hacía todavía más socialmente agresivos. Music dice que la mezquindad ocasional que se puede ver en programas como por ejemplo 'X Factor' o 'Britain's Got Talent' muestra también lo fríos e insensibles que estamos llegando a ser.
Su nuevo libro, que será publicado a finales de mes, se llama 'La buena vida: el bienestar y la nueva ciencia del altruismo, egoísmo e inmoralidad' ('The Good Life: Wellbeing and the New Science of Altruism, Selfishness and Immorality'). Es la última de toda una serie de publicaciones que señalan la existencia de este desequilibrio en el Reino Unido; la obra se basa en décadas de investigación social experimental, así como en la propia experiencia de Music como terapeuta, y pinta un panorama realmente sombrío de la sociedad occidental, cuya estructura no hace más que minar la tendencia humana natural hacia la empatía, convirtiéndola dramáticamente en una tendencia hacia una maldad insensible.
Music cuestiona la noción de que los niños nacen egoístas. Cita, entre otros, una serie de experimentos en el Instituto Max Planck de Alemania, en el que un grupo de niños de 15 meses de edad se colocaron dentro de una habitación junto con un adulto, que en un momento dado fingía necesitar ayuda. "Está probado que existe una necesidad o anhelo por ayudar. A los niños pequeños les encanta ayudar, reciben una recompensa intrínseca sólo con ello. Esto fue así hasta que les empiezaron a recompensar con un juguete su comportamiento. El grupo de niños pequeños que fue recompensado de manera extrínseca -es decir, con un juguete- perdió rápidamente interés por ayudar; los niños que no recibieron recompensa material -y que tampoco sabían que el otro grupo sí las estaba recibiendo- siguieron siempre dispuestos a ayudar, contentos, sin ningún motivo ulterior salvo el propio acto de ayudar".
Otros estudios han demostrado que los niños pequeños se sienten más felices regalando golosinas que recibiéndolas, dice Music. "También tenemos pruebas de que si a los adolescentes se le pide que hagan una buena acción o favor a otra persona una vez al día son menos propensos a la depresión. Hemos evolucionado para ser útiles y para hacer cosas sin que medie una recompensa material. Las recompensas no hacen feliz a nadie y algo muy fundamental se pierde cuando recompensamos ciertos comportamientos. Todos lo sabemos, pero lo hemos perdido de vista al sumergirnos en este ideal de conducta consumista que nos rodea, en la machacona insistencia propia y ajena de que necesitamos ese iPhone o esa nueva cocina para ser felices; y caemos en ello una y otra vez, una y otra vez. Toda esa gente extremadamente poderosa que maneja el capitalismo post-industrial, junto con los los medios comunicación de masas, generalmente a su servicio, son brillantes en la creación de esas necesidades en todos nosotros ya que, después de todo, no se puede vender el bienestar".
Music señala al estrés como lo que nos mantiene en un estado de tensión contante, en un "luchar o huir" continuo. "En este contexto no tiene ningún sentido estar interesado en los demás, ni en lo que están pensando o sintiendo, ya que tu sistema nervioso está siempre en tensión".
El libro detalla varios experimentos sociales, incluyendo uno de 1973, cuando se les dijo a unos estudiantes de teología que debían dar una charla acerca de la parábola del Buen Samaritano. A la mitad de ellos se les dijo que debían hacerlo de modo inmediato; al resto se les dio un tiempo para prepararse. Cuando salieron de la habitación, pasaron junto a un actor que fingía estar en problemas y necesitar ayuda. Los que tenían que preparar de forma rápida la charla lo ignoró, mientras que los otros, que no tenían el estrés y la tensión de la inmediatez, se detuvieron a ayudar.
"La velocidad de la vida, de la sociedad, tiene un impacto en nuestro altruismo", dice Music. "Esto está sucediendo también en las escuelas. El estrés se está filtrando en nuestras escuelas por medio de este programa de estudios basado principalmente en los logros académicos, en la cultura de la competición y supervisión continua. Estoy muy preocupado por esta cuestión debido a los niños que veo en mis clínicas".
Music dice que debemos repensar urgentemente nuestras tendencias materialistas. "Este extremadamente monetarizado mundo occidental hará que cada vez perdamos más y más el contacto con nuestras obligaciones sociales".
Tal vez no sea demasiado tarde para reconsiderar esa salida de compras.
#2 Cuando Rousseau defendía su teoría de que el hombre en un estado natural es bueno, existía una sociedad mucho más sana que actual. Prefiero no pensar qué diría ahora si viera de cerca al PP y sus secuaces.
#5 ¿De verdad crees que la sociedad francesa de la revolución era más sana de la actual? ¿Cuando el pueblo se moría de hambre y la realeza vivía en Versalles? ¿Y la cosa se volvió tan loca que se acabaron matando entre ellos incluso los ideólogos de la revolución?
#7 Lo cierto es que en medio de tanta diferencia de clases la revolución triunfó, con un elevado coste y muchas víctimas, como tú indicas, pero fue un revulsivo y el inicio del progreso del obrero.
Ahora estamos en fase de regresión y los derechos obtenidos con tanto esfuerzo y durante tanto tiempo están desapareciendo. Sí, creo que aquella época fue más viva y con una mayor capacidad de reacción.
También pienso que una criatura es la vida y lo más maravilloso del mundo, y que es sana, un libro por escribir, basta relacionjarse con ella para ver que solo tiene instinto de supervivencia. Es mucho lo que puede enseñarte un niño inocente al que el entorno le modifica, y cuidao! que pueden ser hasta los mismos padres...
Es una discusión muy interesante, con mucho contenido y difícil de evidenciar cualquiera de las posiciones.
#8 Puede que intenten que demos un paso hacia atrás pero eso no ha pasado nunca y nunca va a pasar porque los retrógados no ganan nunca, la vida siempre avanza y lo más que pueden hacer tratar de ralentizarlo.
Hoy en día la revolución se lucha de otra manera, no necesitamos cortar cabezas para precipitar un cambio porque el verdadero cambio está sucediendo dentro de todos nosotros, nunca ha habido una sociedad más educada, más abierta y más rica, nunca ha habido un foro tan amplio como internet en el que la democracia es absoluta porque todos podemos hacer oír nuestra voz y el PP (cierta derecha en el mundo en general), por mucho que parezca un agente del pasado, no es más que un pez lanzando sus últimos coletazos.
#10 Claro que disponemos de otros medios y de mayor conocimiento científico, pero a nivel "persona" las condiciones son cada vez peores y llega un momento que la sociedad enferma y los valores se deterioran.
Ojalá tengas razón en lo que expones y sea yo la equivocada, aunque no hablo desde el pesimismo, mi pretensión es ser objetiva.
Ruego sean revisados los votos negativos a mis comentarios #11, #8 y #5 de esta misma noticia recibidos de@ubicua-mente por ser continuados y recurrentes respecto de cada uno de mis comentarios.
#13 ¿Y los tuyos hacia él en noticias donde ni siquiera comentáis los dos?
Yo creo que los críos pasan por distintas etapas. Primero lo comparten prácticamente todo porque en realidad, no tienen mucho. Luego sobre los 2 años se vuelven tremendamente egoístas cuando empiezan a ser conscientes de si mismos y de sus "pertenencias".
Y luego depende: si sus padres les enseñan que compartir es algo bueno, compartirá. Si les enseñan que competir es bueno, competirán. Y más tarde lo verán en la sociedad y lo valorarán por su cuenta.
#14 Resulta difícil entenderte, tu amalgama de comentarios es muy retórica.
No importa, a mí desde muy niña me enseñaron lo importante que es la libertad de actuación el respeto a opiniones ajenas y desde luego a valorar lo que realmente merece la pena, que no es el caso.
El otro día hablaba con alguien que cuidaba de una mujer mayor con alzheimer, la mujer en particular había sido toda la vida una mala persona y lo seguía siendo en los momentos de lucidez, pero cuando no estaba ni lo suficientemente bien para recordar quien era ni lo suficientemente mal para estar completamente perdida se comportaba como una buena mujer, reía, tenía palabras amables, hablaba con su cuidadora, es decir, cuando lo único que recordaba es que era una persona se comportaba correctamente y con bondad, pero cuando recordaba quien era seguía siendo desagradable.
¿Qué significa esto? no estoy segura, quizá que algo convirtió a esa mujer en una persona desagradable o quizá que nuestra naturaleza cuando somos hojas en blanco es la de tratar bien a nuestros semejantes, Sócrates decía que la maldad nace de la ignorancia, de no saber comportarse con bondad. Y quizá el problema es que nos enseñan a olvidar que nuestra naturaleza no es egoísta, pero que aunque lo fuese no tenemos porque rendirnos a ella.
Como capitalista reconocido en meneame quisiera dar una explicacion de la misma, escribo desde el movil aviso, bueno ahi voy. El tema es q la mayor parte de nuestra existencia hemos vivido en comunidadea de pocos individuos, donde nos conociamos todos y las mejores formas de organizarse son el altruismo y la solidaridad, tambien tienen mas sentido valores tales como rechazo al extranjero de fuera de tu tribu etc, y estos valores se aprecian bien ideologias socialistas o fascistas y en general las seguimos teniendo, pero cuando vives en una sociedad con numerosos individuos, la coordinacion mediante solidaridad y altruismo falla, pensarlo en vuestro trabajo haceis cosas para personas q no conoceis en vuestra habitacion habra cosas fabricadas por personas de diferentes paises q muchas veces por religion politica o lo sea llegarian a matarse si se vieran y han disciplinado o coordinado su comportamiento q han hecho un producto de la forma mas barata, aprovechando desde condiciones climatixas, si alli hay mas o menos mano de obra o capital etc infinidad de factores e informacion subjetiva pero tambien relevante, todo ello gracias al sistema de precios q de forma descentralizada genera una informacion q hace podamos servir a personas q ni siquiera conocemoa y viceversa nuestra vida y bienestar dependen de eso mismo y para bien o para mal no existe una alternativa al sistema de precioa en libre mercado, mas o menos libres, para coordinar la produccion.
"¿Por qué los valores que nos hemos otorgado constitucionalmente y que, además, son los que todos impulsamos en nuestras relaciones humanas –honestidad, aprecio, confianza, responsabilidad, solidaridad y generosidad-, se comprueban radicalmente opuestos –avidez, envidia, desconfianza, irresponsabilidad, desconsideración y egoísmo- a los que rigen en la economía? "
Christian Felber, "La economia del bien comun"
El otro día entró un artículo en meneame en el que indicaba que los niños lloraban por la noche para impedir que sus padres engendrasen más hijos... uno de los dos está equivocado...
NO hay nada peor para hacer a un hombre inmoral que meterle de niño morales hipócritas y hostiles a la propia naturaleza humana, como por ejemplo el catolicismo que se implanta en los colegios.
Lo bueno es que muchos seguimos nuestra ética y abandonamos la moral esa asquerosa que nos implantaron, pero de todos modos nos dejan muy tocados.
Lo que está claro es que la sociedad occidental a la que pertenecemos ha hecho del individualismo su bandera, compite, se mejor, ten mejor coche que el otro, mejor casa que tus amigos, sal con una tía que esté más buena, tienes que ser la hostia, tu y solo tu eres el que vale... etc etc etc, supongo que es el clásico divide y vencerás llevado a la cultura y potenciado por las instituciones.
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Si has planeado ir de compras con los niños este lunes festivo puede que no desees seguir leyendo, ya que educar a tus hijos en el consumismo está ayudando a convertirlos en criaturas egoístas, inmorales y sin un gramo de empatía, de acuerdo con un nuevo estudio. Puedes estar convirtiéndolos en adultos con estrés crónico, cuyo potencial humano, cuyo altruismo natural, haya sido aniquilado por la codicia y la ansiedad.
En su nuevo libro, el psicoterapeuta infantil Graham Music sugiere que los cambios sociales y el giro hacia una sociedad cada vez más desigual nos han transformado en individuos malos, con un corazón de piedra; Music expresa que en realidad nacemos con un gran corazón y una bondad innata, pero somos enseguida empujados hacia el egoísmo y la frialdad debido a nuestro entorno.
"Estamos perdiendo la empatía y la compasión en el trato social con otros individuos", dice Music, psicoterapeuta infantil y de adolescentes en las clínicas Tavistock y Portman de Londres. "Hay una gran cantidad de evidencias que muestran que la velocidad de la vida y la ansiedad resultante tienen un impacto enorme en cómo tratamos a otras personas. Intuitivamente, todos lo sabemos. Vivimos en un mundo de lobos y depredadores sociales, por lo que tiene sentido estar constantemente estresados y vigilantes para hacerles frente. Pero a través de este estrés se operan algunos cambios realmente fundamentales en nuestro comportamiento, junto con efectos negativos en casi todo, desde la salud y la esperanza de vida a la propia felicidad ".
Un estudio realizado el año pasado por la Universidad Michigan mostró que los adolescentes expuestos a las crueldades de los realities televisivos - donde las disputas repugnantes y desagradables, además de los juicios de valor duros e implacables hacia los semejantes son el verdadero entretenimiento - los hacía todavía más socialmente agresivos. Music dice que la mezquindad ocasional que se puede ver en programas como por ejemplo 'X Factor' o 'Britain's Got Talent' muestra también lo fríos e insensibles que estamos llegando a ser.
Su nuevo libro, que será publicado a finales de mes, se llama 'La buena vida: el bienestar y la nueva ciencia del altruismo, egoísmo e inmoralidad' ('The Good Life: Wellbeing and the New Science of Altruism, Selfishness and Immorality'). Es la última de toda una serie de publicaciones que señalan la existencia de este desequilibrio en el Reino Unido; la obra se basa en décadas de investigación social experimental, así como en la propia experiencia de Music como terapeuta, y pinta un panorama realmente sombrío de la sociedad occidental, cuya estructura no hace más que minar la tendencia humana natural hacia la empatía, convirtiéndola dramáticamente en una tendencia hacia una maldad insensible.
Music cuestiona la noción de que los niños nacen egoístas. Cita, entre otros, una serie de experimentos en el Instituto Max Planck de Alemania, en el que un grupo de niños de 15 meses de edad se colocaron dentro de una habitación junto con un adulto, que en un momento dado fingía necesitar ayuda. "Está probado que existe una necesidad o anhelo por ayudar. A los niños pequeños les encanta ayudar, reciben una recompensa intrínseca sólo con ello. Esto fue así hasta que les empiezaron a recompensar con un juguete su comportamiento. El grupo de niños pequeños que fue recompensado de manera extrínseca -es decir, con un juguete- perdió rápidamente interés por ayudar; los niños que no recibieron recompensa material -y que tampoco sabían que el otro grupo sí las estaba recibiendo- siguieron siempre dispuestos a ayudar, contentos, sin ningún motivo ulterior salvo el propio acto de ayudar".
Otros estudios han demostrado que los niños pequeños se sienten más felices regalando golosinas que recibiéndolas, dice Music. "También tenemos pruebas de que si a los adolescentes se le pide que hagan una buena acción o favor a otra persona una vez al día son menos propensos a la depresión. Hemos evolucionado para ser útiles y para hacer cosas sin que medie una recompensa material. Las recompensas no hacen feliz a nadie y algo muy fundamental se pierde cuando recompensamos ciertos comportamientos. Todos lo sabemos, pero lo hemos perdido de vista al sumergirnos en este ideal de conducta consumista que nos rodea, en la machacona insistencia propia y ajena de que necesitamos ese iPhone o esa nueva cocina para ser felices; y caemos en ello una y otra vez, una y otra vez. Toda esa gente extremadamente poderosa que maneja el capitalismo post-industrial, junto con los los medios comunicación de masas, generalmente a su servicio, son brillantes en la creación de esas necesidades en todos nosotros ya que, después de todo, no se puede vender el bienestar".
Music señala al estrés como lo que nos mantiene en un estado de tensión contante, en un "luchar o huir" continuo. "En este contexto no tiene ningún sentido estar interesado en los demás, ni en lo que están pensando o sintiendo, ya que tu sistema nervioso está siempre en tensión".
El libro detalla varios experimentos sociales, incluyendo uno de 1973, cuando se les dijo a unos estudiantes de teología que debían dar una charla acerca de la parábola del Buen Samaritano. A la mitad de ellos se les dijo que debían hacerlo de modo inmediato; al resto se les dio un tiempo para prepararse. Cuando salieron de la habitación, pasaron junto a un actor que fingía estar en problemas y necesitar ayuda. Los que tenían que preparar de forma rápida la charla lo ignoró, mientras que los otros, que no tenían el estrés y la tensión de la inmediatez, se detuvieron a ayudar.
"La velocidad de la vida, de la sociedad, tiene un impacto en nuestro altruismo", dice Music. "Esto está sucediendo también en las escuelas. El estrés se está filtrando en nuestras escuelas por medio de este programa de estudios basado principalmente en los logros académicos, en la cultura de la competición y supervisión continua. Estoy muy preocupado por esta cuestión debido a los niños que veo en mis clínicas".
Music dice que debemos repensar urgentemente nuestras tendencias materialistas. "Este extremadamente monetarizado mundo occidental hará que cada vez perdamos más y más el contacto con nuestras obligaciones sociales".
Tal vez no sea demasiado tarde para reconsiderar esa salida de compras.
No es verdad, los críos son unos cabroncetes crueles y egoístas, y gracias a la educación de los padres suavizamos su tendencia natural.
Rousseau era partidario de esa bondad inocente, pero cualquiera que trate con niños sabe que son fieras salvajes, es la sociedad la que nos domestica.
#2 Cuando Rousseau defendía su teoría de que el hombre en un estado natural es bueno, existía una sociedad mucho más sana que actual. Prefiero no pensar qué diría ahora si viera de cerca al PP y sus secuaces.
#5 ¿De verdad crees que la sociedad francesa de la revolución era más sana de la actual? ¿Cuando el pueblo se moría de hambre y la realeza vivía en Versalles? ¿Y la cosa se volvió tan loca que se acabaron matando entre ellos incluso los ideólogos de la revolución?
#7 Lo cierto es que en medio de tanta diferencia de clases la revolución triunfó, con un elevado coste y muchas víctimas, como tú indicas, pero fue un revulsivo y el inicio del progreso del obrero.
Ahora estamos en fase de regresión y los derechos obtenidos con tanto esfuerzo y durante tanto tiempo están desapareciendo. Sí, creo que aquella época fue más viva y con una mayor capacidad de reacción.
También pienso que una criatura es la vida y lo más maravilloso del mundo, y que es sana, un libro por escribir, basta relacionjarse con ella para ver que solo tiene instinto de supervivencia. Es mucho lo que puede enseñarte un niño inocente al que el entorno le modifica, y cuidao! que pueden ser hasta los mismos padres...
Es una discusión muy interesante, con mucho contenido y difícil de evidenciar cualquiera de las posiciones.
#8 Puede que intenten que demos un paso hacia atrás pero eso no ha pasado nunca y nunca va a pasar porque los retrógados no ganan nunca, la vida siempre avanza y lo más que pueden hacer tratar de ralentizarlo.
Hoy en día la revolución se lucha de otra manera, no necesitamos cortar cabezas para precipitar un cambio porque el verdadero cambio está sucediendo dentro de todos nosotros, nunca ha habido una sociedad más educada, más abierta y más rica, nunca ha habido un foro tan amplio como internet en el que la democracia es absoluta porque todos podemos hacer oír nuestra voz y el PP (cierta derecha en el mundo en general), por mucho que parezca un agente del pasado, no es más que un pez lanzando sus últimos coletazos.
#10 Claro que disponemos de otros medios y de mayor conocimiento científico, pero a nivel "persona" las condiciones son cada vez peores y llega un momento que la sociedad enferma y los valores se deterioran.
Ojalá tengas razón en lo que expones y sea yo la equivocada, aunque no hablo desde el pesimismo, mi pretensión es ser objetiva.
#139@admin
Ruego sean revisados los votos negativos a mis comentarios #11, #8 y #5 de esta misma noticia recibidos de@ubicua-mente por ser continuados y recurrentes respecto de cada uno de mis comentarios.
#13 ¿Y los tuyos hacia él en noticias donde ni siquiera comentáis los dos?
Yo creo que los críos pasan por distintas etapas. Primero lo comparten prácticamente todo porque en realidad, no tienen mucho. Luego sobre los 2 años se vuelven tremendamente egoístas cuando empiezan a ser conscientes de si mismos y de sus "pertenencias".
Y luego depende: si sus padres les enseñan que compartir es algo bueno, compartirá. Si les enseñan que competir es bueno, competirán. Y más tarde lo verán en la sociedad y lo valorarán por su cuenta.
#14 Resulta difícil entenderte, tu amalgama de comentarios es muy retórica.
No importa, a mí desde muy niña me enseñaron lo importante que es la libertad de actuación el respeto a opiniones ajenas y desde luego a valorar lo que realmente merece la pena, que no es el caso.
El otro día hablaba con alguien que cuidaba de una mujer mayor con alzheimer, la mujer en particular había sido toda la vida una mala persona y lo seguía siendo en los momentos de lucidez, pero cuando no estaba ni lo suficientemente bien para recordar quien era ni lo suficientemente mal para estar completamente perdida se comportaba como una buena mujer, reía, tenía palabras amables, hablaba con su cuidadora, es decir, cuando lo único que recordaba es que era una persona se comportaba correctamente y con bondad, pero cuando recordaba quien era seguía siendo desagradable.
¿Qué significa esto? no estoy segura, quizá que algo convirtió a esa mujer en una persona desagradable o quizá que nuestra naturaleza cuando somos hojas en blanco es la de tratar bien a nuestros semejantes, Sócrates decía que la maldad nace de la ignorancia, de no saber comportarse con bondad. Y quizá el problema es que nos enseñan a olvidar que nuestra naturaleza no es egoísta, pero que aunque lo fuese no tenemos porque rendirnos a ella.
Como capitalista reconocido en meneame quisiera dar una explicacion de la misma, escribo desde el movil aviso, bueno ahi voy. El tema es q la mayor parte de nuestra existencia hemos vivido en comunidadea de pocos individuos, donde nos conociamos todos y las mejores formas de organizarse son el altruismo y la solidaridad, tambien tienen mas sentido valores tales como rechazo al extranjero de fuera de tu tribu etc, y estos valores se aprecian bien ideologias socialistas o fascistas y en general las seguimos teniendo, pero cuando vives en una sociedad con numerosos individuos, la coordinacion mediante solidaridad y altruismo falla, pensarlo en vuestro trabajo haceis cosas para personas q no conoceis en vuestra habitacion habra cosas fabricadas por personas de diferentes paises q muchas veces por religion politica o lo sea llegarian a matarse si se vieran y han disciplinado o coordinado su comportamiento q han hecho un producto de la forma mas barata, aprovechando desde condiciones climatixas, si alli hay mas o menos mano de obra o capital etc infinidad de factores e informacion subjetiva pero tambien relevante, todo ello gracias al sistema de precios q de forma descentralizada genera una informacion q hace podamos servir a personas q ni siquiera conocemoa y viceversa nuestra vida y bienestar dependen de eso mismo y para bien o para mal no existe una alternativa al sistema de precioa en libre mercado, mas o menos libres, para coordinar la produccion.
"¿Por qué los valores que nos hemos otorgado constitucionalmente y que, además, son los que todos impulsamos en nuestras relaciones humanas –honestidad, aprecio, confianza, responsabilidad, solidaridad y generosidad-, se comprueban radicalmente opuestos –avidez, envidia, desconfianza, irresponsabilidad, desconsideración y egoísmo- a los que rigen en la economía? "
Christian Felber, "La economia del bien comun"
En su libro describe un modelo interesante al que merece la pena echarle un vistazo
El mecenas anónimo que triplica todas las donaciones a Internet Archive para que se recupere tras un trágico incendio/c41#c-41
Mito del Buen Salvaje, allá vamos.
El otro día entró un artículo en meneame en el que indicaba que los niños lloraban por la noche para impedir que sus padres engendrasen más hijos... uno de los dos está equivocado...
NO hay nada peor para hacer a un hombre inmoral que meterle de niño morales hipócritas y hostiles a la propia naturaleza humana, como por ejemplo el catolicismo que se implanta en los colegios.
Lo bueno es que muchos seguimos nuestra ética y abandonamos la moral esa asquerosa que nos implantaron, pero de todos modos nos dejan muy tocados.
vaya.... todos los nenes siempre me han parecido de lo mas egoista
Lo que está claro es que la sociedad occidental a la que pertenecemos ha hecho del individualismo su bandera, compite, se mejor, ten mejor coche que el otro, mejor casa que tus amigos, sal con una tía que esté más buena, tienes que ser la hostia, tu y solo tu eres el que vale... etc etc etc, supongo que es el clásico divide y vencerás llevado a la cultura y potenciado por las instituciones.