El fuego siempre ha atraído la atención del hombre y en la literatura abundan las referencias a este término, que unas veces representa poder y pasión, y otras terror y destrucción. Desde la antigüedad, el fuego provocado ha sido considerado un grave delito y el incendiario, castigado con rigor. El Derecho Romano (Ley de las Doce Tablas) establecía que “El que hubiere incendiado un edificio o una parva de trigo junto a una casa está ordenado que, atado y azotado, sea quemado vivo si lo hubiera hecho a sabiendas y a conciencia”.
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etiquetas: incendiario , incendio , fuego , justicia , castigo
Lo que hay que hacer es quitarle todo igual que el ha hecho con el monte. Dejarlo sin un duro, son tierras, sin nada. Solo un periódico para taparse en un banco en las noches de invierno