Los expertos llevan décadas observando esta tendencia en las Unidades de Cuidados Intensivos y advierten que una desfibrilación temprana es esencial para salvar vidas. Para que te hagas una idea, la recuperación del ritmo cardíaco se sitúa en un 90% cuando se efectúa un minuto después del infarto. Sin embargo, cada minuto de retraso va a limitar su efectividad casi en un 10%, por lo que pasados 10 minutos las posibilidades de sobrevivir son escasas.
Comentarios
Desde mi punto de vista sobran pensionistas...
Esto sera comi los extintores. En caso de incendio ni te molestes en saber como funciona y sal corriendo
#1 si te da un infarto yo haré eso, y te ayudas a ti mismo
No solo no los ponen en lugares de gran afluencia de público si no que se sacan una norma según la cual solo personal formado puede usarlos
En mi empresa tenemos uno de esos en la entrada del edificio. Lo pusieron hace 3-4 años y dieron formación a 4-5 personas sobre cómo usarlo. Evidentemente hasta que no se produzca un caso (que esperemos no se de nunca) no sabremos cuanto tiempo pasa entre que le da el yuyu a alguien y se le aplica el aparato ese. Me da a mi que la demora sería alta, pero en cualquier caso es mejor que nada (e incluso aquí hay opiniones médicas "extraoficiales" de todo tipo, ya que si la demora es elevada puede que lo único que se consiga es alargar la vida unas horas o días, e incluso que si se salva haya secuelas neurológicas importantes.) El ejemplo que me viene a la mente fue la de un compañero de trabajo. Su madre, ya anciana, murió de un infarto en la calle provocado por la impresión tras sufrir un robo por tirón de bolso. Se llamó a la ambulancia rápido y ésta llego en un tiempo razonable. Le aplicaron el procedimiento de reanimación y pudieron estabilizarla pero quedó en coma y murió en menos de 1 semana. El médico del hospital "les confesó" a la familia que la obligación de los enfermeros/médicos de la ambulancia es siempre intentar salvar la vida del paciente pero que en un caso como ese lo mejor hubiera sido dejarlo estar. En fin, espero no encontrarme nunca ante un caso así.
Son una bala más en la recámara de la vida.