Hace 1 año | Por CHN a lavanguardia.com
Publicado hace 1 año por CHN a lavanguardia.com

En 1314 Jacques de Molay, gran maestre del Temple, ardía en la hoguera. Su orden había sucumbido ante las ambiciones de un hombre, Felipe IV de Francia, de sobrenombre ‘el Hermoso’, quien, mediante una impresionante operación policial, prendió simultáneamente a todos los monjes guerreros del país. Hoy, sabiendo lo poderosos que eran los templarios, sigue impresionándonos la “hazaña” de Felipe. Pero estudiando su biografía constatamos que su gesta tenía truco, pues el rey llevaba decenios entrenando.