Publicado hace 9 años por Matroski a historiasdelahistoria.com

Allá por el siglo IV a.C. Roma era una incipiente República, comprimida en el centro de la península itálica, cuya única alternativa de crecimiento era absorber en su expansión a todos aquellos pueblos que la rodeaban. Etruscos, samnitas, ecuos y volcos acabaron durante aquella época bajo el yugo romano. Corría el año 391 a.C. Roma mantenía una situación tensa, y en ocasiones beligerante, con su vecino del norte, Etruria. Pocos años atrás había cruzado los Alpes una tribu gala, los senones para ser más concretos...

Comentarios

CacaSonriente

Como cualquier cosa de esa web, muy digna de leer. Desconocía completamente que los galos saquearan la Roma republicana.

Cito: Cada aniversario del saqueo los perros guardianes del Capitolio eran crucificados en castigo a su negligencia.
Parece ser que esa tradición sigue vigente hoy en día en España. Lo siento, el zapato me está costando meterlo.

Y por último, la frase que da nombre al artículo: “Non aurum sed ferrum liberanda patria est”. De las que podrían aplicarse a cientos de ejemplos históricos. Con oro puedes comprar un ejército, pero si tienes un ejército no necesitas oro.