Hace 5 años | Por petersagan a labrujulaverde.com
Publicado hace 5 años por petersagan a labrujulaverde.com

En el otoño de 1992 la Corte de Casación de Francia, el máximo tribunal para las apelaciones judiciales, exoneró de toda culpa a un reo. Hasta ahí, todo normal. Lo extraordinario fue que había sido asesorado por un jurado compuesto por juristas, historiadores y psicólogos, y que al agraciado lo habían ahorcado cinco siglos y medio antes, por lo que ya sólo podía rehabilitarse su memoria. Una memoria totalmente siniestra que le convirtió en uno de los seres más abominables de los que hay noticia: Gilles de Rais.

Comentarios

PasaPollo

Meneo y llamo al eruditothemarquesitothemarquesito para que nos recomiende una lectura sobre el tema o nos amplíe info con su apabullante cultura.

themarquesito

#1 Poco más puedo añadir sobre este caballero salvo que lo mantuvo durante mucho tiempo fuera del alcance de la justicia fue su altísima alcurnia, que el fulano era del linaje más importante de la aristocracia francesa, los Montmorency, que ya eran peces gordos allá por el siglo XIII cuando un Montmorency se distinguió en la batalla de Bouvines capturando doce estandartes del enemigo. El equivalente en España de los Montmorency serían los Mendoza, cuanto a poder, títulos, e influencia.
Al impresentable este se le conoce como "de Rais" o "de Retz" por su señorío, que sería incautado por la Corona y mucho tiempo después otorgado a la familia florentina Gondi, de la cual surgió el gran memorialista el cardenal de Retz a mediados del siglo XVII. Además de sus memorias o diarios es una gran lectura su La conjuration du comte de Fiesque sobre la conspiración de los Fieschi contra Andrea Doria.

PasaPollo

#2 Gracias, como siempre. Últimamente veo que aumenta la defensa de De Rais y que se acusa a su juicio de haber sido una patraña. Me llama la atención.

themarquesito

#3 Gilles de Rais estaba como una espuerta de grillos y era muy poderoso, recordemos que era mariscal de Francia. Que en su acusación hubo intereses políticos es obvio, pues había ganas de derribar a alguien con tanto poder. Hasta qué punto eran auténticas o espurias las acusaciones, pues vaya uno a saber

patadevaca

A este personaje le encantaba sodomizar críos mientras eran decapitados por sus sirvientes, entre otras muchas e incontables barrabasadas.


(La Rosa de los Vientos)