Hace 9 años | Por --418234-- a eldiario.es
Publicado hace 9 años por --418234-- a eldiario.es

Este es el ambiente que retrata Adrian McKinty (Belfast, 1968) en sus novelas protagonizadas por el policía católico Sean Duffy. Estos días ha estado en la Semana Negra de Gijón presentando su último libro, Oigo sirenas en la calle, que sucede a Cold, cold, ground, ambos publicados en Alianza. Con un estilo seco, muy James Ellroy, McKinty forma parte de esta nueva generación de norirlandeses que sí ha decidido sacar a la luz los sangrientos episodios de aquellos años.

Comentarios

hurtado

Bueno, bastante razón lleva Adrian McKinty. Hay gente que dice que, pese a ello, también podrían no hacer nada, seguirían siendo igual de multimillonarios sin telepredicar tanto, o sin ayudar y/o apoyar. La cuestión es lo difícil que es cuantificar de cuanto sirve la ayuda de los ricachones. Por ejemplo, si Bill Gates dejara su obra de beneficencia, que ocurriría. Tema controvertido, por tanto. Pero desde luego, sí, no deja de resultar bastante nefasto ver a ricos que supuestamente tienen sus sedes fiscales en otros sitios hablar del hambre.

tiopio

Nuestro Bono no es un hipócrita, sino un facha flauta.

Malinowski

Una pena que el artículo se titule con el tema de Bono, porque aparte de eso, dice cosas muy interesantes.

m

Ya lo sabíamos desde hace unos cuantos años:



min 1:01, que el enlace parece que no arranca bien

D

Bono sí ayuda en causas humanitarias y a través de diferentes organizaciones. Eso sí, si tributara en casa, estaría mucho mejor, desde luego.