Hace 7 meses | Por --728351-- a nfb.ca
Publicado hace 7 meses por --728351-- a nfb.ca

Este cortometraje de animación de Eugene Fedorenko cuenta la historia de un bebé no deseado, que pasa de casa en casa hasta que es acogido y cuidado por dos vagabundos. La película fue la contribución canadiense a un largometraje de una hora de duración que celebraba el Año del Niño de la UNESCO en 1979. Ilustra uno de los diez principios de la Declaración de los Derechos del Niño: todo niño tiene derecho a un nombre y a una nacionalidad. La película ganó el Oscar al mejor cortometraje de animación.

Comentarios

malajaita

Oye tú ¿no tienes nombre?

Lo del nombre lo entiendo, llamarte Anónimo Pérez García es jodido.
Imagino que también tienen derecho a apellidos, como los expósitos.

Lo de nacionalidad ya me viene grande.
- ¿Usted de que nacionalidad es?
- Del coño de mi madre

I

Los pobres niños lo llevan tan crudo, que incluso el acuerdo jurídico de más alto rango que podría existir para protegerles, se vuelve absolutamente gilipollas cuando tiene que enfrentarse a la jodienda: ...

Convención sobre los Derechos del Niño, artículo 27.2: A los padres [...] les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño.

O sea, que el cuidado de los niños tiene que cumplir, al mismo tiempo, los siguiente dos requisitos:

1º) Que dicho cuidado se corresponda con "las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño".

Y 2º) Que dicho cuidado se encuadre "dentro de las posibilidades y medios económicos" de los padres.

O sea, que es un detalle menor y sin importancia si los padres tienen tan poco dinero que no les alcance para cubrir las condiciones de vida que sean "necesarias para el desarrollo del niño".

Lo dicho: la jodienda nos vuelve MÁS GILIPOLLAS QUE LOS ANIMALES IRRACIONALES.