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#1:
Los periódicos anunciaban la venta de "leche pura" porque solían adulterarla
Me contaba mi abuela que en sus tiempos mozos (allá por los últimos 40 y los 50) las mujeres del pueblo solían hacerse unos cuantos kilómetros a pié hasta el mercado más cercano para vender la leche recién ordeñada. Supongo que todos hemos visto las imágenes de mujeres cargando recipientes a la cabeza. Cuando llegaban al sitio, le añadían el agua de alguna fuente cercana y un puñado de sal para engañar a los inspectores que medían la calidad del producto con densímetro.
Me contaba mi abuela que en sus tiempos mozos (allá por los últimos 40 y los 50) las mujeres del pueblo solían hacerse unos cuantos kilómetros a pié hasta el mercado más cercano para vender la leche recién ordeñada. Supongo que todos hemos visto las imágenes de mujeres cargando recipientes a la cabeza. Cuando llegaban al sitio, le añadían el agua de alguna fuente cercana y un puñado de sal para engañar a los inspectores que medían la calidad del producto con densímetro.
#2:
"Dice mi padre que a veces, al preguntar que qué había para comer, mi abuela les decía: arroz. ¿Arroz con qué?, preguntaban los niños. Arroz con pena, contestaba ella. El arroz con pena no era ni siquiera arroz, era trigo machacado, con agua y unos ajos…"
Ains Y luego vienen los de sois los subcampeones con su puta sorna y se me cae el alma a los pies. Empatía? Pa que...
Ains Y luego vienen los de sois los subcampeones con su puta sorna y se me cae el alma a los pies. Empatía? Pa que...
#18:
No ha habido mas "hambre y piojos" que en la dictadura... Pero como la historia la escriben los vencedores, bien que han convencido de lo contrario.
Mi padre me contaba que iba por los caminos en bicicleta desde la casa a la huerta, esquivando a los guardias civiles para que no le quitaran la comida que llevaba para pasar el dia trabajando o lo que se llevara a la casa de vuelta. Y si le veian aun de lejos, cuando le echaban la mano encima se llevaba un buena bofetada...
Pasaban hambre hasta los guardias civiles, esos que ahora jubilados añoran en el bar la dictadura, mientra cobran una pensión que en la dictadura ni hubieran soñado...
Mi padre me contaba que iba por los caminos en bicicleta desde la casa a la huerta, esquivando a los guardias civiles para que no le quitaran la comida que llevaba para pasar el dia trabajando o lo que se llevara a la casa de vuelta. Y si le veian aun de lejos, cuando le echaban la mano encima se llevaba un buena bofetada...
Pasaban hambre hasta los guardias civiles, esos que ahora jubilados añoran en el bar la dictadura, mientra cobran una pensión que en la dictadura ni hubieran soñado...
#3:
#2 Mi abuelo era guarda en un molino y todas las noches barría el trigo que se caía y lo metía en un saco. El hombre lo llevaba a su casa en bicicleta, junto a pan y otras cosas que sobraban en el cortijo. Nunca pasaron hambre y repartieron con los vecinos. Tuvieron mucha suerte y por eso estoy aquí...
Edito, "también tenía una milana bonita pero se llamaba María"
Edito, "también tenía una milana bonita pero se llamaba María"
#21:
Mi abuela es andaluza. De la Andalucía miserable. Trabajaba. "sirviendo" desde los 7 alos. Aún trabajando en casa de señoritos guardaba lo poco que le daban para sus hermanos, calcetines sobretodo y algunos zapatos, el invierno era frío. Ella revolvía en la basura de la casa para comer las cáscaras de las frutas. porque comida no daban que eso estába "mu caro" .. en Andalucia donde cada señorito tenía sus buenas tierras.
Así estaba el patio. Pijos andaluces casi matando de hambre a una criada de siete añitos que solo podía aspirar a que sus hermanos menores no andaran descalzos y tenía algo que llevarse a la boca buscando a hurtadillas en la basura a ver si había algo que no habían echado a los perros, sobretodo restos de frutas . Los hermanos comían lo justo que conseguían en la casa y claro ella que tenía una basura que buscar pues ahí había de aprovechar.
Así estaba el patio. Pijos andaluces casi matando de hambre a una criada de siete añitos que solo podía aspirar a que sus hermanos menores no andaran descalzos y tenía algo que llevarse a la boca buscando a hurtadillas en la basura a ver si había algo que no habían echado a los perros, sobretodo restos de frutas . Los hermanos comían lo justo que conseguían en la casa y claro ella que tenía una basura que buscar pues ahí había de aprovechar.
Comentarios
"Dice mi padre que a veces, al preguntar que qué había para comer, mi abuela les decía: arroz. ¿Arroz con qué?, preguntaban los niños. Arroz con pena, contestaba ella. El arroz con pena no era ni siquiera arroz, era trigo machacado, con agua y unos ajos…"
Ains Y luego vienen los de sois los subcampeones con su puta sorna y se me cae el alma a los pies. Empatía? Pa que...
#2 Mi abuelo era guarda en un molino y todas las noches barría el trigo que se caía y lo metía en un saco. El hombre lo llevaba a su casa en bicicleta, junto a pan y otras cosas que sobraban en el cortijo. Nunca pasaron hambre y repartieron con los vecinos. Tuvieron mucha suerte y por eso estoy aquí...
Edito, "también tenía una milana bonita pero se llamaba María"
Los periódicos anunciaban la venta de "leche pura" porque solían adulterarla
Me contaba mi abuela que en sus tiempos mozos (allá por los últimos 40 y los 50) las mujeres del pueblo solían hacerse unos cuantos kilómetros a pié hasta el mercado más cercano para vender la leche recién ordeñada. Supongo que todos hemos visto las imágenes de mujeres cargando recipientes a la cabeza. Cuando llegaban al sitio, le añadían el agua de alguna fuente cercana y un puñado de sal para engañar a los inspectores que medían la calidad del producto con densímetro.
#1 Mi padre y mi abuela iban todos los días a Bilbao en autobús a vender la leche de su caserío. La vendían a dos precios diferentes. Y cuando les preguntaron cómo era posible que tuvieran leche de dos precios, siendo las vacas las mismas, mi abuela respondió que "la más cara tiene poca agua".
#1 En mi pueblo, un hombre vendía leche al grito de "leche, lecheee..." y, un día, alguien le espetó desde un balcón: "la mitad es agua!", a lo que el vendedor respondió: "la mitad es leche!".
No ha habido mas "hambre y piojos" que en la dictadura... Pero como la historia la escriben los vencedores, bien que han convencido de lo contrario.
Mi padre me contaba que iba por los caminos en bicicleta desde la casa a la huerta, esquivando a los guardias civiles para que no le quitaran la comida que llevaba para pasar el dia trabajando o lo que se llevara a la casa de vuelta. Y si le veian aun de lejos, cuando le echaban la mano encima se llevaba un buena bofetada...
Pasaban hambre hasta los guardias civiles, esos que ahora jubilados añoran en el bar la dictadura, mientra cobran una pensión que en la dictadura ni hubieran soñado...
#18 Un guardia civil que en el año 50 tuviera 30 años ahora tiene 100. Y va a estar en el bar, claro. Donde está es criando malvas.
Y te levantas a las 6 de la mañana para decir estas chorradas.
Al final, contando estas exageraciones, lo que dices de tu padre pierde credibilidad. Exageras tanto en tu cruzada anti-pp que después no hay quien te crea en cosas en las que llevas razón.
Un infiltrado no lo haría mejor, porque con tu actitud y comentarios lo que haces es ridiculizar las opiniones de izquierdas, y eso me molesta.
#35 mi padre es hijo de guardia civil a los 13 años mi abuelo entró de cocinero en el frente, contaba que después de la guerra pasaban tanta hambre en la casa cuartel que se escondían los críos y se comían los garbanzos crudos de los sacos, lo que le producía unas lombrices que los ponía malísimo y luego los corrían a palos. Mi abuelo para poder comer mejor y ganar más, pidió traslado a Marruecos y allí estuvieron unos años hasta que a mí padre le tuvieron que sacar un ojo porque le había entrado saliva de un tuberculoso y se tuvieron que volver a la península.
#41 ¿Y que edad tiene tu abuelo ahora? O tendría, si desgraciadamente ya ha fallecido.
¿Está contando sus batallitas en el bar? ¿O más bien las cuenta tu padre?
Porque no quito nada de lo que dices, los años del hambre fueron así. Pero cambia el tema si en vez de contar directamente esas barbaridades que padecieron te pones a decir que tu abuelo las anda diciendo en el bar tomandose chatos de vino. Al final, como una cosa es una exageración, tiñe de irrealidad todo lo que se cuenta.
Vamos, como si un infiltrado quisiera quitar importancia a lo mal que se pasó contando exageraciones y mezclándolas con la verdad.
#42 mi abuelo murió con 64 años de un algo raro que le dio porque le pararon dos tipos en un coche y le dijo a mi abuela que corriera (ya había muerto franco) ella huyo pero el cuando llego a casa le dio un ataque al corazón y un trombo, nunca supimos que pasó esa noche nunca lo habló, ya no era GC trabajaba para la base naval y para la Coca-Cola.
Mi abuela murió hace 15 años y contaba que se tuvo que poner a coser pantalones 24 horas al día, para un hermano que hacía ropa para la gente de dinero y le hizo un par de abrigos a franco. Hace unos años la familia de mi abuela recuperó parte de las tierras que le quitaron durante esa época y hay placas y monumentos en recuerdo a mi bisabuelo en su ciudad natal
Mi padre tiene 74 años.
Mi abuelo nunca nunca hablo de la guerra, ni nunca nos dejó verlo sin camiseta porque tenía todo el cuerpo lleno de metralla, ellos lo tenían como algo tabú.
Mi padre era el que comía los garbanzos a escondidas y se metían en casa del pastelero del pueblo, chupaban las guindas y las volvían a poner en los pasteles todo rechupeteados.
Mi abuela si contó cómo por miedo a no poder dar de comer a más niños se metían pastillas de cloro cuando se quedaba embarazada y hacían barbaridades para ayudar a las vecinas a intentar abortar.
Mi madre que es algo más joven no paso penurias ya que mi abuelo era el carpintero y tramoyista de la ciudad, pero si contaba mi abuela que mi abuelo por parte de madre entró en la cárcel porque prohibieron el carnaval en Cádiz y el salió a la calle los días que tocaba carnavales, se vistió de mujer y eah para el calabozo.
Alguna vez he contado como mi padre durante años le chuleaba a la guardia civil de carretera y cuando lo paraban y escuchaban el apellido de mi abuelo (no es un apellido muy de la zona y además era reconocido por un mote también) le quitaban los guardia civiles las multas de tráfico con la frase de " con la de hambre que hemos pasado de pequeño"
Y yo soy de izquierdas al igual que mi padre, mi familia paterna me metió tanto odio y tanta comida de cabeza contra la izquierda, los judíos, los árabes, aprenderme el cara al sol, el paso del pato, el himno de la guardian civil, el de uno que se muere no recuerdo si en la legión que consiguieron lo contrario.
De mi abuelo solo se que fue cocinero y estuvo en Marruecos todo lo demás es un misterio, ni se donde lo hirieron si que estuvo en las partidas de búsqueda de presos conocidos de la zona pero por lo que contaaba mientras era GC con sus compañeros (nunca fue de bares y vinos) y mi abuela y mi padre escuchaban.
No gano nada mintiendo, mi madre al tener la playa al lado iban a por gambas, camarones y cosas así a la playa y comía mucho mejor que los de la casa cuartel.
Pd si entro con 13 años de cocinero en la guerra pues nació en el 22. Tendría ahora 102 años y mi abuela este año haría 100
#44 Pero es que no he dicho que tu mientas, de hecho tu has respondido a un mensaje que era una respuesta a otro. A no ser que seas un multicuentas...
Y ya te he dicho, creo que bastante claro, que no dudo de lo que dices.
Y también he dicho, y no por algo que tu hubieras dicho en tu comentario, sino al que respondía yo, que tu abuelo no andaría con 100 años en un bar de chatos contando sus batallitas porque lo más normal es que estuviera muerto.
Y claro, si en tu mensaje, que se nota muy de izquierdas, metieras una exageración como que tu abuelo anda diciendo esto, pues como que enturbia la realidad de lo otro que dices.
Y de ahí mi hipótesis de que este tipo de personajes que cuentan esas barbaridades de exageraciones son en realidad trolls para ridiculizar las cosas que pasaron en realidad.
#45 yo no puedo mentir, mi padre desde muy pequeña me dijo que no podía hablar con el de ese tema ni preguntarle por las marcas de la cara y el cuello y yo no he querido indagar más, era su elección y era mi abuelo y como tal era el mejor del mundo.
Más que nada (imagino) porque con 13 años no tienes cabeza para ver y hacer las cosas que vivió y asumirlo como un adulto.
Luego hay cosas graciosas que el si contaba sobre el porque de su mote y el drama cuando le quitaron el caballo y les pusieron bicicletas.
#35 te hablo de los 60 y principios de los 70. Y lo mismo ese señor ya está con San Pedro... Y el ridículo lo haces tu. Que eres el típico que marca qué y quien es de izquierda.
Eres el ejemplo de porque está la izquierda como esta.
Vete a dar lecciones donde las quieran escuchar de semejante esperpento.
#49 No te he dicho que hagas el ridículo (se ve que te ha escocido, joio) sino que actuas de tal manera que denigras las ideas que quieres defender.
Tanto que me pareces justo lo contrario, un personaje inventado para denigrar ideas de izquierdas.
No es el ridículo lo que me preocupa de ti, es algo mas, rayano a la maldad.
#51 Escocerte te escuece que la gente cuente sus vivencias y que no se adecuen al relato que quereis vender. No todo es blanco o negro ni es como tu quieres que sea... Y me reafirmo, eres un crio con ínfulas.
Me "cogisteis la matricula" por tocar al intocable jefe... Y entiendo que me puse diana en la espalda en esta web.
Pero entiende tu que no suelo callarme ni bajo del agua.
Lo tuyo, y lo de vuestro grupo que quiere controlar lo que escribimos aqui se explica mas que por maldad, por estupidez ...
#52 #52 Jur, jur, jur ... si que te ha escocido que te desmonte tu personaje inventado.
Que si soy de vox, que si no soy nadie para repartir carnet, que si me tiro pedos...
todo para encubrir tu máscara.
Manual de troll de primero, intentar que el otro insulte también, enfangar, ensuciar...
todo para encubrir tu máscara.
Menos mal que con cada salida de tono se te ve aún más el plumero , personaje.
#53 Venga nenico. Cuando repartas carnets asegurate que a quien se lo quieras dar, lo quiere. Porque si no te lo tendrás que meter por el culo.
#35 A repartir carnets, al grupo de Telegram de donde te han dicho que vengas a faltar el respeto. No tienes mas de 25 años y eres tan de izquieras como lo es y ha sido siempre Leguina. En tu vida has visto un policia nacional vestido color garbanzo, ni has visto un guardia civil con capa y mauser, no has visto las miserias que pasaban ellos y lo bien que vivian a los que de forma servil defendian. Como los jefes de las comandancias vivian como marqueses y los guripas andaban robando fruta del campo cuando estaban de "correrias" Cómo tenian que coser sus mujeres para poder tener algo para ahorrar...
No tienes ni puta idea de lo que era España aquellos jodidos años de la dictadura, donde o reventabas trabajando o carretera y manta... pero vienes a decirnos que es y que no exageración, qué es o que no ser de izquierdas... Anda ya!
y cuántos millones de personas están pasando por esa misma situación ahora mismo?
#13 ¿En España a nivel de aquella época? Pocos nho voy a decir ninguno por que alguno habrá pero hoy en día creo que con todas kas ayudas ya sean estatales como privadas creo que no se llegaría a esa situación y si se llega creo que se podría salir más o menos rápido
Mi padre pasó un hambre descomunal. Se comía unas hierbas que ya sabía que provocaban diarrea, y le parecía mejor eso que lo que comía habitualmente. También salía a cazar gatos. Era capaz de comer directamente de la olla cuando se estaba haciendo el cocido y cuando le preguntaba que como era posible comerse algo que estaba hirviendo, me contestaba que su paladar era inmune a eso, que era un paladar del hambre.
#7 Verdolaga.
Viendo cosas como esta, cada día que pasa comprendo mejor lo que dijo mi abuelo de que Franco, de una forma y de otra, mató a al menos 3 millones de españoles. Y que es no solo las balas matan.
#17 Gracias. Esa era.
Tremebunda la posguerra y la degradación a la que se podía llegar para poder comer.
Si tu abuela decía que en casa no se tiraba comida, ya sabes porqué era.
#5 así es, la mía no hablaba mucho del tema, pero lo de no tirar comida era una ley.
Pan duro con agua, cáscara de naranja, rata, gato, paloma... Eso me contaba mi abuelo que comió en algunos momentos críticos, hablo de Valencia capital, en los pueblos la cosa era bien distinta y a mejor, por lo que me contaba.
#4 En los pueblos, si había huerta no se pasaba hambre porque (casi) todo el mundo tenía algo. Carne era distinto y ahí ya el que podía tenía un cerdo o gallinas y casi todo iba para vender. Eso me contaban mis abuelos.
#9 no te creas del todo eso del huerto, la gente no era dueña de sus productos por culpa del racionamiento. Mi abuelo fue a la cárcel al encontrarle en casa garbanzos y era agricultor.
#4 E incluso gaviota comió mi abuela en Barcelona... Tiene "gracia", eran del Cabanyal y al estallar la guerra se trasladaron a Barcelona pensando que era más segura. Y para nada, mi abuela quedó sorda de un oído por un bombardeo italiano (con 4-5 años) y pasaron un hambre del copón en la post-guerra.
#4 mi madre era Valenciana y contaba cosas similares. Y luego de jovencita vivió y se casó en Pego, el primer pueblo de Alicante fronterizo con la provincia de Valencia.
Decía que lo único que había que comer era cebollas. Tanto fue que mi madre odió la cebolla para toda la vida y falleció con casi 93 años. La usaba para sofritos y cosas así pero por ejemplo una sopa de cebolla en un restaurante no la pedía ni loca porque le recordaba a la guerra y la posguerra. Y del pan hecho con cáscara de naranja me habló muchas veces. Y del café que no era café sino malta. Y eso que se fueron al pueblo porque las condiciones de vida en respecto a la alimentación eran mejores que en la capital.
La familia de mi padre tenía campos de arroz y tenían un subsuelo donde escondían una parte de lo que producían porque por lo que recuerdo que me contaba que les quitaban un tanto por ciento de la cosecha cada cierto tiempo. Una época muy dura y difícil, la verdad.
#4 No era bien distinta. En los pueblos se pasaba hambre. En la ciudad se moría de hambre.
Mi abuela es andaluza. De la Andalucía miserable. Trabajaba. "sirviendo" desde los 7 alos. Aún trabajando en casa de señoritos guardaba lo poco que le daban para sus hermanos, calcetines sobretodo y algunos zapatos, el invierno era frío. Ella revolvía en la basura de la casa para comer las cáscaras de las frutas. porque comida no daban que eso estába "mu caro" .. en Andalucia donde cada señorito tenía sus buenas tierras.
Así estaba el patio. Pijos andaluces casi matando de hambre a una criada de siete añitos que solo podía aspirar a que sus hermanos menores no andaran descalzos y tenía algo que llevarse a la boca buscando a hurtadillas en la basura a ver si había algo que no habían echado a los perros, sobretodo restos de frutas . Los hermanos comían lo justo que conseguían en la casa y claro ella que tenía una basura que buscar pues ahí había de aprovechar.
#21 Mi madre trabajaba limpiando de rodillas (no existían las fregonas) en una casa de señoritos desde los 9 años (hoy día, cada vez que un traumatólogo le ve la espalda, se pone las manos en la cabeza), y pasó muchísima hambre, habían días que no comía nada y otros en los que la comida era agua caliente con una patata cocida y aplastada para darle algo de chicha al "caldo".
Mi padre tuvo la suerte de que su madre trabajaba en un colegio privado de monjas donde habían muchas internas y se podía llevar comida a casa. Me contaba que, como vivía en un patio de vecinos, aunque habitualmente estaban siempre las puertas abiertas, a la hora de comer se encerraban para que la gente no viese que ellos comían comida de verdad.
Pero oye, no digas que durante el franquismo se pasaba hambre porque te tildan de rojo loco.
Mis abuelos siempre decían que el/los panaderos adulteraban el pan con hojas de olivo. Luego la gente tenia llagas en la boca. ya, problemas digestivos, ni hablemos.
Mi familia es de un pueblo en Quirós, Asturias, y mi abuelo tenía un molino donde iban a comer todos los que andaban por la zona
Mi padre siempre contaba que la puerta de su casa nunca se cerraba y el que entraba tenía una cocina de leña encendida y sobre la mesa pan, manzanas y un poco de azúcar. El menú se repetía todos los días.
También contaba que había una olla grande "con algo adentro" y una pava con agua caliente, nunca supo que tomaban, el creía que té.
Había épocas de fiesta también... Dónde sacaban sidras que hacía mi abuelo y fabadas.
Lo llamativo es que esto duró años
Lloro de oír éstas cosas.
Mi padre me contaba que soñaba con un bocadillo que nunca se acababa.
#12 Carpanta.
Consecuencias económicas de la autarquía y también del control de precios que algunos siguen proponiendo hoy en día: estraperlo, escasez, racionamiento, hundimiento del poder adquisitivo... Franco era mucho de sostenella y no enmendarla, así que la crisis duró hasta casi los 60, la depresión posbélica española fue mucho más intensa y larga que la de los países europeos afectados por la Segunda Guerra Mundial por algo.
#8 Franco era un inútil integral a nivel de economía, eso no se discute. Pero quedarse fuera del Plan Marshall es un condicionante enorme cuando te quieres comparar con el resto de Europa.
mi madre comentaba que de pequeña iban detrás de los carros que llevaban algarrobas para las caballerizas del ejército. Se quedaban las que iban cayendo por el camino y las llevaban a casa para comer.
No sé por que aún hay alguien que tiene nostalgia de aquella miseria, atraso, pobreza y perdida de dignidad que sufrió el pueblo español por culpa de un calvo enano con carencias afectivas.
#24 En clase contaban la historia de un hombre que se consideraba desgraciado porque solo tenía altramuces para comer y mientras los iba pelando se percató de otro hombre que le seguía para recojer esas pieles que dejaba y comerselas porque tampoco tenía nada que comer. Obviamente ese maestro vivió durante la posguerra y también lo pasó bastante mal.
#29 Cuentan de un sabio que un día - Pedro Calderón de la Barca
#37 gracias por completar la cita con autor y todo
Mi padre cuenta que en la lectura 3 de su barrio había leche de tres precios, según lo bautizada que estuviera.
#11 ¿"Lectura 3"?
#16 El corrector y el sueño. Tenía que poner "lechería".
En Velez-Málaga en plena posguerra, mi padre pasó más hambre que Carpanta.
Al más puro estilo lazarillo de tormes, un dia que pasaba mucho hambre y un tiempo que estuvo viviendo solo porque su hermano y su padre le dejaron solo con su abuela porque su hermano ya con 15 años su padre se lo llevó al campo en otra ciudad, su abuela estaba haciendo un queso y le dijo que ese queso no se podía tocar. Cuando ella tuvo que separarse un rato del queso y vió la marca mal disimulada de lo que seguramente era el dedo de mi padre que lo había pasado por ahí por tener que llevarse algo a la boca, la vieja del demonio le pegó una paliza fenomenal.
Solo os diré que aquel pobre diablo era incapaz de conversar de absolutamente nada, de abrirse a duras penas. Y aquello me lo relató al menos tres veces siempre con una sonrisa nerviosa. Tengo claro que el trauma tuvo que ser brutal.
#26 Carpanta sufrió precisamente los efectos de la censura. Le cambiaron el "tengo hambre" por "tengo apetito", porque en la España de entonces nadie pasaba hambre.
#26 Entiendo a tu padre porque a los míos les costaba muchísimo hablar del tema, sobre todo de la guerra en sí.
cascaras de haba, pan negro (el pan blanco se empezó tomando como un postre), pieles de patata..
Pues esperemos no vuelva el hambre, por qué no tenemos el cuajo de nuestros ancestros , ni su aguante y mucho menos capacidad para sobrevivir sin las cadenas de distribucion
Yo desde que escuché la figura del "sustanciero" me creo cualquier cosa.
Me parece increíble que algunos quieran volver a la época de Franco.
En Asturias en la zona rural, la gente se apagaba entre la huerta, la caza furtiva y lo que apañaban del monte.
Mi abuela me contaba que el pan de castañas, era habitual en invierno, y a los guajes les encargaban ir a recoger avellanas, nueces, setas y así complementaban la dieta
Pieles de papa frita
A mi abuelo, el dueño de la tierra donde trabajaba le dejaba llevase "el descarte" pero sólo a él. Si pillaban a alguien llevándose los restos que casi no servían, lo molían a palos. El se lo llevaba todo y mi abuela lo repartía por el patio de la casa
¿Ningún meneante cuya familia comiera opíparamente en la postguerra? Es por comparar, que se os ve mucho el plumero.
En breve veremos en El País hablar de la nueva moda del "Post-waring"