Como muchos elefantes cautivos, Nidia tenía problemas crónicos en las patas: fisuras en almohadillas y uñas agrietadas y encarnadas. Había perdido apetito y adelgazaba. Su veterinaria, en un parque de animales salvajes de México, estaba desesperada. Decidió probar con cannabidiol (CBD) el compuesto terapéutico no tóxico del cannabis. Funcionó: empezó a experimentar munchies, el apetito voraz característico posterior al consumo de cannabis. Un pequeño pero creciente número de veterinarios internacionales se unió para introducirlo en veterinaria.
Comentarios
El elefante de Maréame
#4 El más drogao de todos.
#5 en ese caso, sobre todo, hienas
MDMA para elefantes, tigres y hienas, vamos a ver como de amigables se vuelven
#2 Pues tu dirás, ya tienes ejemplos de sobra de banqueros, empresarios y políticos bajo los efectos de esas y muchas otras drogas.
Un elefante cocainómano:
No me parece mal, aunque los #elefantes evolutivamente suelen estar más preparados para la cocaína. #drogas
Para el que lo bloqueé el NYT por límite de visitas, prueben a eliminar las cookies del sitio antes de votar "muro de pago". Funcionó para mi.
El artículo es bueno, pero coño, como no se les ocurrió poner aunque sea una sola foto de la elefanta. Un antes y después hubiese sido bueno.
Oso vicioso!!!
Hoy me siento y me identifico como elefante. ¿Donde tengo que ir a recoger mi medicina?