Publicado hace 7 años por jelzimoñac a elclubdeloslibrosperdidos.org

Cuando Nietzsche conoció a aquella jovencita que daba muestras de una singular madurez e inteligencia, y que, por lo demás era excepcionalmente atractiva, se sintió inmediatamente seducido por ella. Pero Lou solo amaba el pensamiento de Nietzsche, en absoluto al hombre. Lo rechazó una y otra vez. Tras la ruptura con Lou, habló de suicidarse; sacó fuerzas de flaqueza, rechazó la posibilidad de cualquier otro amor e intentó transmutar en fuerza interior su soledad. Esta es la carta que le escribió:

Comentarios

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#4 No llevaba bien los rechazos, no. La carta rezuma bilis y mala baba más propia de una rabieta infantil que de un gran pensador. Ya podía haber usado sus dotes para analizar mejor su vida y emociones, y las de los demás.

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#6 Los grandes pensadores suelen ser excentricos.

E

#6 Ese era Freud.

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Otro pollaherida.

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#1 comentario patrocinado por locas del coño. ah no. que ya no existe.

volandero

Sólo hay algo más denigrante y despreciable que un pagafantas, y es un pagafantas al que por fin rechazan explícitamente y se dedica a insultar a la tipa por tener el mal gusto de no escogerle a él.

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La historia de la filosofía está llena de pagafantas.

GatoMaula

Éste no es el tío que al final se mató a pajas, o sí?

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#2 de una bonita sífilis. Adquirida cuando era jovencito universitario. De una profesional. De las muchas que frecuentò

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Que mal perder tenía Nietzsche. Pero bueno, estar locamente enamorado te hace hacer estas gilipolleces.

-Oye, grosera, enferma, loca ¿te apetece salir el miércoles a tomar algo?
-¿Y el sábado? ¿Has quedado con alguien, impura, egoísta, carente de espíritu? Solo un ratito.

D

Era un alemán con bigote, o sea, estaba completamente chiflado.

horrifido

#10 Pero ojo, no cualquier mostacho, sinó un señor bigotón digno de un coronel de la benemérita.

Derko_89

El pagafantismo se cura follando.

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El amor intelectual, platónico, no compensa. Es necesario follar, meterla hasta el fondo. Así es el amor de verdad.

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Tan listo que era para unas cosas y para otra era un beta, sin carisma, sin capacidad de atracción, de conexión, sin chispa, vamos un frusco.