Hace 5 años | Por Guiscardo a elconfidencial.com
Publicado hace 5 años por Guiscardo a elconfidencial.com

La Casa de la Contratación de Sevilla fue determinante como elemento de control y gestión de los enormes recursos que fluyeron a partir del descubrimiento hacia la Península a partir del año 1503, año fundacional de esta célebre institución. Con la idea de dirigir el comercio de Indias, durante casi 220 años regularía el ingente y sorprendente mercado establecido entre las dos orillas del Atlántico con solvencia acertada, salvo en el breve lapso de su clausura durante la época de la peste, avanzado el siglo XVII.

Comentarios

D

#1 Supongo que se referirán a punto de paso de mercancías. El Shanghái de la época.

themarquesito

Cito a Bennassar sobre la prosperidad de Medina del Campo:
Fue, sin embargo, Medina del Campo donde residían poderosos comerciantes la que desempeñó el papel principal al monopolizar a partir de 1568 los pagos, y afirmó todavía más su superioridad después de esa fecha.
[...]
Aunque no sea numéricamente el sector terciario el más importante, es interesante porque afecta a gente que desempeña un papel económico de primer orden: así, en 1561, Medina tenía 47 grandes mercaderes o negociantes, más 4 factores o representantes de casas extranjeras en la villa, 29 lenceros o comerciantes de lencería al por mayor, 65 corredores o cambistas, 21 abaceros, y 14 libreros (que difundían por Castilla los libros procedentes del extranjero). Representarían al menos 180 personas que tienen entre manos importantes negocios: estas cifras cobran todo su valor si se las compara con Valladolid. La riqueza de algunos de estos hombres de negocios, entre los que muy pronto reconoceremos al famoso Simón Ruiz, cuya fortuna pudo ser calculada en 363.000 ducados, así como el movimiento y la actividad comercial debida a las ferias, explican el desarrollo impresionante de algunos oficios cuya población estable, apenas 16.000 habitantes, es significativa: en efecto, había entonces en Medina 106 sastres, 77 calceteros, 5 jubeteros, 20 sombreros, y 24 pasamaneros. De la misma manera esta riqueza explica el éxito de las industrias relacionadas con el arte: 39 plateros, 11 escultores, 4 doradores, 4 batidores de oro, 3 pintores, y 3 guadamacileros.

Bennassar, Bartolomé, Valladolid en el Siglo de Oro, Valladolid: Maxtor, 2015, páginas 105-6.

#2 Era punto de paso, pero no de negociación. Los tratos se negociaban y cerraban en Medina del Campo, de la misma manera que las bolsas principales a día de hoy están en Nueva York y Frankfurt, y las materias primas se ven afectadas globalmente por el mercado de Chicago.

w

#1 España era las indias de Europa.

themarquesito

#8 ¿Puedes desarrollarlo un poco más?

w

#9 Era un dicho popular de la época. Aquí llegó mucha riqueza pero se quedó poca o ninguna.

Este artículo lo explica, por ejemplo.

http://hnumisma.blogspot.com.es/2011/12/espana-las-indias-de-europa-ii.html?m=1

themarquesito

#6 El Consejo concedía privilegios de impresión a autores, libreros, o impresores. El copyright de la época.
La Inquisición vigilaba porque no se anduviesen publicando cosas heréticas.
El Consejo de Indias, por su parte, vigilaba que en los libros no se revelasen secretos oficiales (nuevas tierras descubiertas, yacimientos o minas, datos sensibles de navegación, informes internos de la Casa de Contratación).
Pero desde luego no había prohibición de escribir sobre América, pues eso implicaría que no se escribiese de ninguna manera. Eso sin contar con la no siempre eficiente burocracia, que no era capaz de impedir la difusión de las obras, por más que lo intentase. Buen ejemplo de ello es que las obras de López de Gómara conocieron buena difusión.

c

Lo de pasar obligatoriamente por Sevilla se hizo para tener en un único sitio toda la documentación relativa a América. Estaba prohibido tener un documento fuera de ahí. Estaba prohibido escribir nada sobre América.

Había leyes prohibiendo la exportación de papeles, de cualquier papel. Libros, cartas, contratos, etc. No podían salir de España.

Todos esos documentos sobre América han desaparecido, lo que al parecer era el objetivo. Apenas queda alguna traza sin importancia, como alguna factura de reparación de un barco, como mucho. Nada más.

themarquesito

#4 No estaba prohibido escribir sobre América. Como con todos los libros, hacía falta la aprobación del Consejo y de la Inquisición, y en el caso de las materias americanas hacía falta también licencia del Consejo de Indias. [Véase el "Cedulario Indiano", Real Cédula de 21/9/1556].
Tampoco estaba prohibida la exportación de libros. Lo que estaba prohibida era la exportación, venta, o importación de libros prohibidos por la Inquisición, lo cual no impedía que llegasen a América ese tipo de libros, como se sabe por reales órdenes que mandan confiscar determinados libros heréticos que pasaron a América, órdenes transmitidas a los arzobispos de Lima y México. [También recogidas en el Cedulario Indiano].
Lo que sí estaba prohibido, como en cualquier parte, era el vender o enajenar documentos oficiales, aunque ello no impedía que pasase, como evidencia el mapa de Martin Waldseemüller.
En Sevilla hay abundantísima documentación relativa a América y a los negocios de Sevilla. Basta con ir al Archivo de Indias y mirar en los fondos Pasajeros a Indias, Casa de Contratación, Audiencia, Patronato Real, o Indiferente General.

c

#5 No estaba prohibido escribir sobre América. Como con todos los libros, hacía falta la aprobación del Consejo y de la Inquisición, y en el caso de las materias americanas hacía falta también licencia del Consejo de Indias.

LOL