Hace 6 meses | Por doyou a letraslibres.com
Publicado hace 6 meses por doyou a letraslibres.com

En el libro, autobiográfico, los alumnos no hacen caso, se muestran hostiles con los profesores, les insultan, no dejan de hablar durante la clase, juegan a encestar papeles en la papelera, hacen preguntas absurdas, se quejan por cualquier cosa, cometen faltas de ortografía inconcebibles, no entienden lo que leen, se quedan dormidos. A menudo es la ironía el arma con la que el profesor se enfrenta a estas condiciones para dar clase. Enseñar es casi lo primero a lo que renuncia. Se trata de llegar al final del día manteniéndose en sus cabales.

Comentarios

d

#2 99% de las veces. Soy profe y digo siempre: visto el crío, ya conoces a los padres.

Tendrían que mirarse en un espejo pedagogos y psicólogos, mucho libro, mucho curso para padres, mucha disciplina positiva y están las cabezas peor que nunca, no digo ya la educación, que no puede estar bien si las cabezas no funcionan.

curiosopaseante

#3 Pero no funcionaban ya antes, ojo. Lo que se ha conseguido recientemente es legitimar esos desvaríos familiares (via PIN parental, via apoyo a los acosadores/machistas/racistas, via acoso a profesorado). Gracias, por cierto, a un partido que no se lleva demasiado bien con la cultura en cualquiera de sus formas que exceda a Bertín Osborne y Ferrer Dalmau.

d

#5 habría que verlo. ¿Por qué no se han comparado nunca los resultados de la LOGSE con los de la EGB? Que eso no exista ya huele mal, porque si se hace una reforma para mejorar lo que sea, hay que comprobar si se ha mejorado, o no. Para empezar, la única prueba que existía internacional, dice que con la EGB, los resultados eran mejores. Pero eso no ha interesado nunca contarlo.

curiosopaseante

#6 Los resultados eran mejores por diversos factores, perdona. La forma de enseñar, la forma de educar en casa, la mejor perspectiva laboral relacionada con la formación, la cultura tradicional de obediencia...

d

#7 nadie lo ha analizado. Está bien opinar, pero estas cosas hay que analizarlas. Obedecer no es malo, es malo obedecer órdenes malas, pero no obedecer.

curiosopaseante

#11 Hombre, ya perdonarás, pero muchos puntos de vistas internos al sistema educativos son tan válidos (o inválidos) como un análisis externo, visto lo visto.
De hecho el autor del libro hace su análisis.

d

#12 no te digo que no, te digo que hay que analizar, que es lo que no se hace ni se ha hecho nunca jamás en este país.

D

#3 Hoy en la última hora de clase, después de pedirle el móvil a una alumna (están prohibidos en el instituto) me ha dicho, literalmente, que yo no era nadie para quitárselo. Lo más triste es que, muchas de las veces, que está con él es porque está hablando con la madre, como nos ha dicho la misma madre.

curiosopaseante

Es gracioso (del verbo avergonzar) ver reseñas de este libro en periódicos que no han dudado en atacar a la educación pública. Que no dudan en insultar y culpar a los profesores y exonerar a unos padres que, precisamente, han "educado" en esos medios. Unos medios que alientan y animan el desdén a la enseñanza.

Jesulisto

Se habla mucho de estos tiempos pero los niños, contrariamente a como se idealizan, puede ser más crueles que muchos adultos.

Jamás hubiera aguantado ser profesor, en mi época 60/70 como viésemos a un profesor medio vulnerable íbamos a por él.

Yo, no sé por qué tuve un momento de clarividencia y cambié del grupo de los cafres al de los que queríamos estudiar, pero como unos pocos decidieran joder esa clase, no había forma de aprender aparte de los libros.

Ni puta idea de como solucionarlo, pero lo que quiero decir es que no es nada nuevo.

Gilbebo

#8 El problema es que ahora pase eso con 20 o 25 por clase.

m

juegan a encestar papeles en la papelera, hacen preguntas absurdas
Estas dos son de esperar, son NIÑOS, otra cosa es interrumpir en clase de forma constante y excesiva.

d

Una buena patada en los bemoles a la educación actual, de la que nadie quiere tirar de la manta:

"Tiene un gran mérito hacer reír con el relato directo del fiasco en que consiste la educación pública en España, y también lo tiene no caer ni el sentimentalismo ni en el sermón pedagógico. Cuando el profesor se siente conmovido por las exageradas reacciones de los adolescentes no duda en decirlo, y es también explícitamente consciente de que la desestructuración en la que viven muchos de los chicos está detrás de sus malos comportamientos, pero no se lanza a imponer sus conclusiones. Ver es ya una forma de denunciar. La crítica al sistema educativo que abruma al ya agobiado profesorado con tareas burocráticas en cuya utilidad nadie confía, o que manda ordenadores (“el puto Chromebook”) que solo sirven para distraer a los estudiantes y desde luego nunca para que aprendan más, está también diseminada por el texto, se entrevé en la narración seca de una ajetreada mañana trufada de expulsiones, respuestas chulescas y desaires."

d

Como no.
La culpa es de los alumnos, de los padres, de los móviles, de los chromebook.........

kie

#16 A ti te querría yo ver en una clase con 31 adolescentes.

Y ojo, no culpo a los chicos; ellos son solo el resultado de su entorno. Pero darles clase es sumamente difícil y desmotivador.

d

#17 Como si son 1000. Esa no es la cuestión. ¿ Cuál es la causa de que estén así ?