Hace 13 días | Por japego a elconfidencial.com
Publicado hace 13 días por japego a elconfidencial.com

Darío el Grande disfrutaba sobremanera al contemplar su imperio de este modo, mientras los embajadores y diplomáticos desfilaban ante él, una delegación tras otra en estricta formación, y mostraban las bondades de tantas tierras lejanas. Debió de sonreír ante su éxito, pues era en verdad un rey poderoso, el soberano sin rival del mundo entero.

Comentarios

GuillermoBrown

Supongo que un asesino de masas, lo mismo que todos los tiranos que crearon imperios.