Hace 5 años | Por Geoffroy a xataka.com
Publicado hace 5 años por Geoffroy a xataka.com

En noviembre de 1539 el rey de Francia publicó un edicto por el que obligaba a los parisinos a guardar todos sus desperdicios en casa. Heces, orines y demás desechos humanos, que hasta ese momento se lanzaban a cubazos en la vía pública, debían almacenarse ahora como Dios (y el rey) mandaba. Francisco I no sólo obligó a construir un pozo negro en cada casa, sino que amenazó con expropiar las fincas que no lo hicieran. Este solo era un mojón en el camino. Un hito, quiero decir.

Comentarios

inventandonos

Vaya historia de mierda