Desde la madrileña glorieta de Atocha sube una calle ahora peatonal que conecta el Paseo del Prado con el parque del Retiro. Son apenas unos metros de cuesta empinada y suelo de granito que descansa junto al Jardín Botánico por la que pasea a diario todo tipo de gente: ciclistas, adolescentes skaters, abuelos con niños, turistas… y algún que otro bibliófilo que acude a la Cuesta de Moyano —así se conoce popularmente a esta calle cuyo nombre original es Claudio Moyano— en busca de ese ejemplar que codicia desde hace tiempo.
Comentarios
¡Cuántos libros robé allí mientras hacia la mili!
Visita obligada cada vez que me acerco al centro. Un amigo que tiene un puesto en Moyano me comentaba, horrorizado, que el ayuntamiento estaba pensando en poner algún bar y terrazas para atraer público. Esperemos que todo sea una ocurrencia sin consecuencias.
Adoro ese lugar
Que recuerdos, la de libros que compré allí para luego leerlos en el retiro.