Hace 8 años | Por Flkn a ilpiccolo.gelocal.it
Publicado hace 8 años por Flkn a ilpiccolo.gelocal.it

«En concomitancia con la crisis de la industria del cine, que se manifiesta en los años 70, diferentes productores se dan cuenta de que el porno puede ser el género que puede salvarlos de la quiebra. Porque estaba claro que frente a las producciones millonarias del otro lado del atlántico, como p.ej. Star Wars, nuestra industria del cine no tenía la fuerza necesaria para hacerles frente y competir. Con el interés por este nuevo género se atisbó una oportunidad para sobrevivir. Hablamos de un sector que dió trabajo a entre 10 y 15.000 personas»

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Flkn

Traducción:

Italia era a "luci rosse"[1] con las primeras porno-divas que salvaron el cine italiano

Ilona Staller, de nombre artístico Cicciolina, Moana Pozzi o Rocco Siffredi todavía estaban por llegar. Cuando desembarca en Italia el cine pornográfico todo se desarrolla sin hacer ruido, sin divas, divos y divísimos, sobre escenarios improvisados en las viviendas particulares de directores y actores, usando ardides y embrollos para esquivar la censura, como la de presentar a la comisión encargada de dar el visto bueno copias de la película sin las escenas más fuertes o incluso, como ocurrió en varios casos, enviando películas completamente distintas (y, obviamente, más castas) que aquellas que después serían distribuidas en las salas de cine.

Sin embargo aquellos primeros años, de 1979 a 1984, representan la edad de oro de este tipo de cine en Italia. Es por ese motivo que dicho periodo, hasta ahora el menos estudiado y su entorno el más vago, se concentran y ahondan con gran profundidad dos críticos, Franco Grattarola y Andrea Napoli, en el libro "Luz roja. El nacimiento y las primeras etapas del cine pornográfico en Italia" (prólogo de Renato Polselli, Editorial Iacobelli, 494 páginas, 29 €). El libro presenta, además de algunos estudios para dar una visión general, una extensa filmografía y monográfico sobre los principales actores (mujeres y hombres) y las películas más importantes que marcaron toda una época mucho antes de la llegada de la pornografía en la web.

"Sobre el cine porno - explica Franco Grattarola - ya existen múltiples y muy válidos estudios, publicados también en colecciones y revistas de prestigio. Sin embargo faltaba un estudio dedicado a los primeros años del cine porno en Italia. "En el documentadísimo trabajo de Grattarola y Napoli se dibuja un cuadro de enorme valor histórico y sociológico.

Si hoy el mercado del porno (tanto la producción como el consumo) es en sí mismo un mundo que ha pasado antes por el VHS y continúa hoy en día en DVD y sobre todo en Internet, con todo tipo de problemas derivados de la crisis del sistema productivo, en sus inicios el cine porno en Italia no era ni más ni menos que una rama más de las muchas del mundo del cine en sí.

«En concomitancia con la crisis de la industria del cine que se manifiesta en los años setenta - dice Grattarola - diferentes productores se dan cuenta de que el porno puede ser el género que puede salvarlos de la quiebra. Porque está claro que frente a las producciones extranjeras millonarias que hacen al otro lado del atlántico como, por ejemplo, Star Wars, nuestra industria del cine no tenía la fuerza necesaria para hacerles frente y competir. Viendo entonces el interés por este nuevo género (si exceptuamos la producción clandestina que siempre había estado ahí, desde la invención de los hermanos Lumière), se atisbó una oportunidad de supervivencia en la pornografía. Hablamos de un sector que entre la producción, el desarrollo y la grabación de películas, doblaje, etc. dió trabajo a entre 10.000 y 15.000 personas».

En definitiva un sector importante destinado a convertirse en un fenómeno social y a describir una parte de la sociedad de aquellos años.

La legitimación[2] de las películas porno - que en Italia tiene lugar desde 1979 (siete años después de la salida en los Estados Unidos de la famosa película "Garganta profunda", la cinta que marca el comienzo de la "pornografía para las masas") - también salva del cierre a cientos de salas de cine: «a menudo eran salas de reestrenos que se adaptaban rápidamente al nuevo género, muy solicitado por un público curioso. A mediados de los años ochenta y, más tarde, durante alrededor de una década, los cines de "luz roja" se contaban a decenas en todas las grandes ciudades como Milán, Roma, Génova, Turín,... Mientras, en las provincias, se era testigo de otro fenómeno: muchas salas de cine proyectaban películas porno de lunes a jueves para después, durante el fin de semana, proyectar películas para todos los públicos. De entre todas las ciudades italianas es Trieste la que ostenta un récord ya que fue ahí, en el Filodrammatico, donde se hizo la primera proyección italiana de "Garganta Profunda"».

Según los autores de este estudio[3] hay, sin embargo, un aspecto paradójico: si bien es cierto que el porno ha "salvado" durante algunos años varias salas, será esta elección de los gestores la que determinará después su degradación y su cierre definitivo ya que, con el advenimiento de los VHS y la posibilidad del visionado doméstico de este tipo de películas, desde mediados de los años ochenta las salas de "luces rojas" empiezan a convertirse en lugares de encuentro clandestinos, de trapicheo y en ocasiones también de prostitución. Así, en muchas salas de cine la transición al porno se convierte, siguiendo el mismo miserable guión, en el último paso que precede al cese inexorable de la actividad.

¿Pero quiénes fueron los protagonistas de esa etapa pionera de la pornografía patria? Algunos directores fueron más prolíficos y así consiguieron una auténtica reputación en el área: entre ellos, Aristide Massaccesi (más conocido en los escenarios como Joe D'Amato), Arduino Sacco, Franco Lo Cascio, Lorenzo Onorati y - en un caso más único que raro - una mujer: Giuliana Gamba.

En cuanto a los intérpretes, tanto hombres como mujeres, nombres como Laura Levi, Guia Lauri Filzi, Sabrina Mastrolenzi, Giuseppe Curia, Paul Gramignano o Giuliano Rosati pueden no decir mucho ahora pero por entonces eran una notoriedad.

«Será Moana Pozzi, a principios de los años noventa - explica Grattarola - la que reabilite entre el gran público y en los medios la figura de la pornostar, dando entrevistas, comentando sobre la actualidad como tertuliana en programas de televisión, encumbrando en definitiva, mucho más de lo que lo había hecho la misma Ilona Staller, a diva porno para las familias. Los actores y actrices de la primera época del porno provenían de una rica burguesía moralmente desinhibida y vivieron esa experiencia de una manera transgresora y en general frívola».

«Pero otros - añade Grattarola - quizás la mayor parte de ellos, venían de un submundo de actores de segunda fila de películas de serie B, como extras, o se metieron al porno por pura y simple necesidad económica viéndolo como una posible fuente de ingresos para después terminar, tras un breve paso por los escenarios, en una situación de marginación social, en la drogadicción o como criminales de poca monta».

Sin embargo ya incluso por aquel entonces se afirmaba de una diva: hablamos de Marina Hedman - conocida como Marina Lotar - una hermosa sueca de exuberante físico, cabello rubio y ojos azules. Su fama está ligada también al apellido de su marido (Ex-marido, realmente, cuando comenzó a trabajar en este tipo de películas), el periodista Paolo Frajese, con quien previamente tuvo dos niños. Una elección profesional que el famoso e ilustre Rai, ya fallecido, no se tomó nada bien en aquel momento.



NdT
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[1]: "Luci rosse" (luces rojas) es otra forma de decir porno o cines porno, de forma análoga al "Barrio rojo" en Ámsterdan. Según el contexto he adaptado o dejado el término.
[2]: No estoy completamente seguro de qué quiere decir aquí pero el término que mejor encaja es este. Del treccani, la definición es "Svincolare merci dalla dogana, pagando il relativo importo e assolvendo alle formalità prescritte." o bien "nel linguaggio politico e giornalistico, riabilitare, riscattare, dare nuova legittimazione a persone, forze politiche o ideologie che in precedenza erano state discriminate, escluse da una partecipazione attiva alla vita politica. Per estens., rendere socialmente accettabile un comportamento precedentemente condannato, censurato.". Creo que esta última se adecúa mejor.
[3]: El uso de la palabra "saggio" (ensayo, prueba, tratado, estudio) se ha dejado como "estudio" por ser la palabra más adecuada. Ver definición en el Treccani: http://www.treccani.it/enciclopedia/saggio/
[4]: En el texto escrito la palabra "Hard" (una acortación de Hardcore) se ha traducido como porno o cine porno, genéricamente.
[5]: El título original dice "Cuando en Italia se lleno de cines de luces rojas (porno) y las primeras pornodivas salvaron el cinema". Se acorta a algo más simple que fue lo que utilizaron en La Repubblica al hablar del libro: "Cuando el porno salvó al cine italiano"

cosmonauta

Lo mismo ocurrió en España.

Flkn

#3 No me suena haber leído que el cine español hubiese quedado tan "tocado" por aquella época. ¿Algún artículo que aborde el asunto?

cosmonauta

#4 La industria del cine, la publicidad, el porno y los festivales musicales están muy relacionados. Todo tipo de técnicos de sonido, imagen, iluminacion, etc... se mueven en todos los sectores indistintamente. Lo que pasa es que el porno no lo suelen poner en el currículum ni subirlo a vimeo.

D