En los siglos XVII y XVIII Europa vivió una histeria vampírica: se multiplicaban los informes de personas que habían visto a familiares muertos paseando por los alrededores y atacando a las personas. Hubo una época en que los vampiros camparon a sus anchas por la Europa del Este mientras las autoridades los combatían desenterrando cadáveres y quemándolos. A principios del siglo XVIII esta fiebre llegó a Europa occidental gracias a la Paz de Passarowitz (1718), cuando casi toda Serbia y el norte de Bosnia pasaron a formar parte de Austria.
Comentarios
Y lo peor es que no hay monumentos ni calles en honor a esos héroes anónimos que salvaron al continente de un plaga de vampiros a base de sudor y sangre... en fin, otra injusticia más, pero al menos yo os digo de todo corazón 'Gracias'
Tras la incesante persecución los vampiros cambiaron de estrategia: fundaron una profesión con aura de prestigio que les permitiera seguir viviendo a costa de los demás... ¡La política!