Hace 6 años | Por porcorosso a europapress.es
Publicado hace 6 años por porcorosso a europapress.es

Los cráneos de las musarañas de dientes rojos se encogen en anticipación al invierno, hasta en un 20 por ciento, y cuando se acerca la primavera, sus cabezas recuperan su tamaño. La reducción de tamaño afecta no sólo al cráneo, sino también al cuerpo entero de las musarañas: en invierno, varios órganos principales pierden masa, la columna se acorta e, incluso, la masa cerebral disminuye en un 20 o 30 por ciento. Reducir el tamaño de la cabeza y, por lo tanto, el tamaño del cerebro, podría ahorrar energía de manera desproporcionada.

Comentarios

D

Mira tú, como el de algunos políticos

ttonitonitoni

¿Será invierno para Mariano?

Mateila

El ser humano, durante la evolución, ha perdido esta capacidad, excepto en el badajo al bañarlo en el Atlántico.