Las últimas películas de Paul Schrader y Wes Anderson suponen, por lo menos, un pequeño respiro. He aquí un par de films con voluntad de estilo, en los que la sucesión de planos tiene un sentido y una lógica.
La última película de Wes Anderson es una puta mierda infumable y aburridísima. Vergüenza debería darle con ese reparto. Pero bueno, poco se puede esperar de un director que antepone lo estético y la fotografía al resto de elementos, incluido el guión.
Ha habido muy buenas películas en el último año y la de Wes Anderson no es una de ellas. Basta ya de snobismo y de alabar ciertas cosas porque toca.
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La última película de Wes Anderson es una puta mierda infumable y aburridísima. Vergüenza debería darle con ese reparto. Pero bueno, poco se puede esperar de un director que antepone lo estético y la fotografía al resto de elementos, incluido el guión.
Ha habido muy buenas películas en el último año y la de Wes Anderson no es una de ellas. Basta ya de snobismo y de alabar ciertas cosas porque toca.