Unos tipos muy malos le dicen a una señora afroamericana que vive muy tranquilita en su humilde casita de Chicago que se tiene que ir. Al parecer, una gran empresa quiere comprar el edificio para hacer un hotel y tiene a sueldo a una banda de matones para conseguir que los vecinos de toda la vida se asusten y se vayan. Visto de ese modo, se trata de un proceso de gentrificación al uso -modalidad mano dura-. Pero es bastante probable que al gentrificador en cuestión se le hubieran quitado las ganas de gentrificar de haber sabido que...
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Sentimientos encontrados como el Calvin en Barbershop.
¿Quién no va a estar de acuerdo con mejores dotaciones, calles más limpias, más equipamientos, mejores edificios? Pero, ¿y si eso supone deshacerse de la gente del barrio, de la de toda la vida, de la que confiere a las calles su personalidad? ¿Y si eso supone especulación, degradación de la vida comunitaria, encarecimiento, turismo masificado?
¿Quién no querría - en Barcelona - un Raval limpio, sin prostitución callejera, sin bandas organizadas, sin calles llenas de meados y de inseguridad? ¿Con mejores viviendas, menos peligroso, más accesible? Pero ¿y si dejaras llevar a cabo reformas sin planes urbanísticos que pasen por deshacerse de todo, incluída la gente? ¿Acaso eso no habría evitado la degradación del barrio, acaso esa gente de siempre, del barrio, la gente de las novelas de Manolo Vázquez Montalbán, las de Marsé, las de Luis y Juan Goytisolo, las de Andreu Martín no podría haberse mantenido en el barrio? ¿Queremos un Raval o una Barceloneta para turistas, para otro Starbucks, para otro Desigual, para otra tienda oficial del Barce? ¿Acaso haber ayudado y mantenido a la gente de toda la vida no habría conseguido una inmigración más ordenada, más integrada, más del barrio, que no se pudiera decir que son inmigrantes, sino que son personas, que nadie pudiera distinguir a un paquistaní de la señora Colell? ¿Acaso eso no habría evitado la guetización a la espera de que los edificios se degraden por sí solos y se caigan ante la falta de mantenimiento por falta de dinero, por falta de cultura, por falta de permisos de obras, por especulación, por planes de usos abusivos, ... hasta que llegara la gentrificación con sus galerías de arte, con sus cadenas de cafés y de ropa, sus librerías guays, sus cocktelerías a 8 euros el mojito y a diez el gintonic de pepino con mora?
Mira que no hizo dinero el Equipo A defendiendo a la gente que sufría ese proceso
Desgraciadamente en una sola generacion, muchas cuidades han perdido el alma,
millones se acercan a diario a servir y trabajar, para regresar a dormir y vivir lejos...