os escribo aprovechando estas Navidades porque, tras poco más de 2000 años, se ha creado un poco de lío alrededor de mi mensaje de amor a los hombres. Si han jugado al teléfono roto, pues ya saben de qué les hablo. El primero de la fila empieza diciendo al oído de su compañero “La casa de mis padres es bonita” y al último le llega “La caza de salvajes está permitida”. No seré yo quien niegue que el marketing de la iglesia católica ha sido impecable durante estos últimos mil años, pero yo no sé si a veces la cosa se ha ido un poco de las manos
Comentarios
UY, còmo siento el ( + )
Me he dejado llevar por la cosa escatológica. ( Hay que reconocer que.: " Caridad y caca " ... es un título prometedor. )
Pero la verdad es que ahí, hay sólo CACA.!
Me parece curioso que este tema de "no a la caridad" sea algo que haya puesto de acuerdo tanto a algún liberal como a algún comunista que conozco. Lo que varía un poco es si se ofrece igualdad de oportunidades para desarrollarse cada uno en lo que quiera y pueda (liberales), o bien igualdad de oportunidades y de aspiraciones (comunistas).
En todo caso; es una crítica común: incluso ejerciendo la caridad, no se es consecuente - ya sea dándola todo el año o bien votando a quienes ofrecen subvenciones. También es cierto que es más fácil concentrar caridad por campañas que no integrarlo en la vida diaria; bien por acostumbrarse a ver mendigos o por dudar de algunos de ellos. Otro problema son las dudas derivadas de las consecuencias percibidas de ciertas subvenciones.
Lo de insinuar que haya gente que vota en contra de toda medida para ayudar a pobres para luego darle limosna y sentirse superior me parece tan maquiavélico como el de aquellos casos de gente que cuida a enfermos y los envenena para que sigan dependiendo de ellos. Casos muy raros.